“Ha sido un gran honor desempeñarme como presidente de esta extraordinaria institución, llena de individuos apasionados dedicados a la misión de terminar con la pobreza extrema en el lapso de nuestras vidas”, dijo Jim Yong Kim en un comunicado, tras anunciar su renuncia como presidente del Banco Mundial.
“El trabajo del Grupo Banco Mundial es ahora más importante que nunca en el mundo, en un momento en que las aspiraciones de los pobres aumentan en todo el mundo y problemas como el cambio climático, las pandemias, la hambruna y los refugiados siguen creciendo tanto en escala como en complejidad”, afirmó.
En virtud de una regla no escrita, la presidencia del Banco Mundial recae habitualmente en un estadounidense, mientras que la dirección del Fondo Monetario Internacional es para un europeo.
Kim será reemplazado por Cristalina Georgieva, directora ejecutiva del Banco Mundial.
No termina su segundo mandato
Kim, un médico y antropólogo nacido en 1959, dirigía la institución desde 2012 y deja el cargo tres años antes de que finalizara su segundo mandato.
Al inicio de su mandato en 2012, Kim estableció dos objetivos principales: terminar con la pobreza extrema en 2030 e impulsar una prosperidad compartida, centrándose en la población de los países en desarrollo.
Reemplazó a Robert Zoellick dejando su cargo de rector de la Universidad de Dartmouth, donde había centrado su trabajo en la lucha contra las enfermedades en los países pobres.
El Banco Mundial, que agrupa a 189 países, es la mayor fuente gubernamental de financiación para el desarrollo y proporciona préstamos de bajo costo para proyectos en todo el mundo.
*Con información de AFP y AP