La niña que fue secuestrada en Wisconsin tras el asesinato de sus padres tardará un tiempo en superar su trauma, y por ahora lo que más necesita es espacio y paciencia para procesar el suceso, opinan expertos.
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Jayme Closs fue hallada viva en Wisconsin, casi tres meses después de que según dice la policía, fue secuestrada por un atacante que también habría asesinado a tiros a sus padres en su casa.
"Ella va a tener que guardar luto por sus padres y también va a tener que tratar de comprender lo que significa haber sido secuestrada, haber escapado y haber pasado por todo ese infierno. No va a ser fácil", dijo Katie Beers.
Beers sabe de lo que habla. El domingo se cumplirán 26 años desde que la rescataron, a los 10 años, de un sótano de concreto en Bay Shore, Nueva York, a donde un amigo de la familia la llevó diciéndole que le daría regalos de cumpleaños y luego la encerró durante más de dos semanas.
Ahora que Jayme, de 13 años, comienza a procesar su trauma, expertos y ex víctimas dicen que lo que ella más necesita es espacio y tiempo para enfrentar esta nueva etapa a su manera. Y con la ayuda de su familia que la entiende y apoya, ella probablemente se recuperará y llevará una vida feliz.
"Una de las cosas que me ayudaron a recuperarme tan rápido fue que nadie me forzó a hablar sobre lo ocurrido", dijo Beers, de 36 años, quien está casada y tiene dos hijos. "No hice entrevistas sino hasta que tuve 30 años. No tuve que revivir eso todos los días".
Las autoridades dicen que Jayme estaba flaca, desaliñada y tenía zapatos más grandes que de su talla el jueves, cuando se acercó a una persona y le pidió ayuda en el pequeño pueblo de Gordon, ubicado a unos 96 kilómetros (60 millas) de donde ella vivía, en Barron. Jake Thomas Patterson, de 21 años, fue arrestado luego y encarcelado por cargos de secuestro y homicidio.
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No está claro qué le pasó a Jayme – si es que ella fue amenazada o abusada físicamente – así que la gente debe de tener cuidado al momento de relacionarse con ella, dijo Duane Bowers, terapeuta de trauma que trabaja con familias de desaparecidos y niños y adultos abusados.
Aunque amigos y familiares podrían estar ansiosos de saber detalles, el único control que la víctima tiene es cuándo, a quién y cómo cuenta su historia, dijo Bowers, agregando que eso es especialmente cierto para Jayme, quien ha perdido mucho.
La mayoría de las víctimas que son secuestrados de niños "tienen la esperanza de que sus padres los encuentren, pero en este caso ella sabía que sus padres estaban muertos y que ellos no la iban a hallar", dijo Bowers. “Así que ella necesita sentirse … en control y sentir sus recuerdos de tal manera que … no desaten de nuevo su trauma".