El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, hizo un llamado a diplomáticos estadounidenses para que promuevan la inmigración legal al país, en medio de la implacable presión del presidente Donald Trump para construir un muro fronterizo con México.
PUBLICIDAD
“Les insto a asegurar a nuestros aliados que este gobierno continuará defendiendo la inmigración legal, incluso mientras abordamos la crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur”, dijo Pence a 180 embajadores y jefes de misión que viajaron a Washington para una reunión anual.
“Estados Unidos apoya la inmigración legal. De hecho, la celebramos. Y Estados Unidos tiene un orgulloso historial de apoyo a los refugiados”.
Los comentarios de Pence suponen un reconocimiento tácito del efecto en la imagen de Estados Unidos de la dura retórica de Trump sobre los inmigrantes ilegales, a quienes el mandatario acusa de traer violencia y crimen, a pesar de que las estadísticas muestran que los inmigrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos que los nacidos en territorio estadounidense.
El gobierno de Estados Unidos atraviesa un impasse presupuestario desde hace casi un mes, ya que Trump exige que el Congreso proporcione 5 mil 700 millones de dólares para construir un muro en la frontera sur del país, una promesa clave de su campaña electoral.
A pesar de los comentarios de Pence, la administración Trump redujo la admisión de refugiados.
PUBLICIDAD
Estados Unidos aceptó 22 mil 491 refugiados en el último año fiscal finalizado en septiembre pasado, según cifras del Departamento de Estado, por debajo del límite disponible de 45 mil y el nivel más bajo en 40 años, con particular disminución de personas de Medio Oriente.
El gobierno bajó aún más el límite para el año fiscal en curso, a un máximo de 30 mil.
Sin embargo, Estados Unidos recibe a más refugiados que cualquier país, aunque otros, incluidos Canadá y Australia, aceptan más per cápita.
La inmigración legal está sujeta a las leyes del Congreso, aunque según abogados, las autoridades han incrementado el escrutinio de las solicitudes desde que Trump asumió el cargo.
Estados Unidos recibió 1.1 millones de nuevos residentes permanentes en el año fiscal 2017, el último del que se tienen estadísticas, una cifra que se mantuvo estable a pesar de que Trump asumió en enero de ese año.