Por una muy estrecha ventaja, el gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, superó este miércoles la moción de censura en su contra, promovida el martes por la oposición tras la aplastante derrota de su acuerdo de Brexit.
Por 325 votos en contra y 306 a favor, los diputados rechazaron la moción presentada la víspera por el laborista Jeremy Corbyn, en un intento por precipitar la convocatoria de elecciones legislativas.
El martes, May sufrió el peor revés parlamentario infligido a un gobierno británico en la historia reciente del país: 432 diputados (entre ellos 118 de su propio Partido Conservador) votaron contra su acuerdo de Brexit, que solo logró 202 apoyos.
Sin embargo, un día después, tanto los rebeldes conservadores como el pequeño partido unionista norirlandés DUP, de cuyos 10 diputados depende la estrecha mayoría parlamentaria de los Tories, dejaron claro que no quieren poner el gobierno, y la negociación del Brexit, en manos de los laboristas.
“Westminster está en caos”
Reforzada, al menos de momento, por la evidencia de que sus propios diputados rebeldes la quieren en la ardua tarea de sacar al país de la UE, May volverá el lunes al Parlamento con un plan B.
Antes, afirmó, abrirá un diálogo con los líderes de la oposición.
“Me gustaría invitar a los líderes de los grupos parlamentarios a reunirse conmigo individualmente, y me gustaría empezar estas reuniones esta noche”, dijo May tras ganar la moción de censura.
“Voy a escuchar los puntos de vista de la cámara, a entender los puntos de vista de los parlamentarios para identificar qué podría tener el apoyo de la cámara y cumplir con el referéndum (de 2016)”, había dicho antes de que comenzara el debate.
“Westminster está en caos”, lanzó el diputado nacionalista escocés Ian Blackford. “El plan B será el plan A pero servido con otra salsa”, dijo, instando a May a pedir a Bruselas que retrase la fecha del Brexit y a consultar a los británicos en un segundo referéndum.
En una carta publicada el miércoles, más de 70 diputados laboristas defendieron también la organización de esta segunda consulta popular, rechazada hasta la saciedad por la jefa del gobierno pero que Corbyn debería respaldar si no logra provocar elecciones legislativas anticipadas.
*Con información de AFP