Se trata del viaje número 26 del papa argentino desde que fue elegido pontífice a inicios del 2013, durante los cuales ha visitado 40 países, precisó el director interino de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.
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El pontífice pronunciará todos sus discursos en español para comunicar sobre todo con los jóvenes latinoamericanos, azotados por la crisis migratoria, la violencia, la falta de oportunidades.
"El papa quiere acercarse a los jóvenes, a los que sufren, enviar un mensaje de esperanza", explicó Gisotti, que mencionó también el "dolor" por el atentado del jueves en Colombia
Francisco regresa a América Latina un año después de su visita a Chile, ensombrecida por las protestas y los escándalos de abusos sexuales por parte de curas chilenos y su encubrimiento.
"Un tema que genera mucha atención en la iglesia", recalcó Gisotti, quien aseguró que el papa "no tiene programado un encuentro con víctimas" de abusos durante su estadía en el istmo.
Los encuentros del papa con víctimas de abusos sexuales por parte de curas durante sus viajes suelen ser muy discretos y en pocas veces divulgados por el Vaticano.
El papa visitará el último día de su viaje un centro que atiende a jóvenes enfermos de sida, un gesto inédito y de cercanía para con los que sufren.
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Dos días antes, el viernes, se desplazá a Pacora, a unos 42 kilómetros de la nunciatura donde se aloja en Panamá, para visitar un centro de detención juvenil y confesar a algunos de ellos.
"Es algo que le salió del corazón al papa", explicó el vocero del Vaticano.
Tocará el tema de la migración
Francisco hablará ante todo a los jóvenes migrantes, ya que se trata de un fenómeno regional, que afecta a todos los países centroamericanos y que se ha agravado debido a las nuevas caravanas de migrantes que se han formado en los últimos días con el objetivo de entrar a Estados Unidos.
"Muchos de los jóvenes que participan en la JMJ son inmigrantes", reconoció Gisotti.
Tres décadas después
Se trata de la primera vez que Francisco visita Panamá, país que recibió a Juan Pablo II en 1983 durante una gira por América Central.
El pontífice polaco permaneció solo un día en esa ocasión en la capital panameña.
Alessandro Gisotti recordó que estas JMJ fueron organizadas durante la temporada de vacaciones en América Latina y que hasta ahora 150.000 participantes se han registrado y otros 50.000 están completando el registro.
*Información de AFP.