La visita del papa Francisco a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) será un "bálsamo" para los jóvenes migrantes, manifestó este martes el arzobispo panameño, José Domingo Ulloa Mendieta, en plena crisis migratoria centroamericana.
“El papa encenderá la llama de esperanza en Panamá”, dijo Ulloa.
A la misa de inauguración de la jornada asistieron más de 75 mil personas, entre jóvenes, sacerdotes y obispos.
Francisco llegará este miércoles 23 por la tarde para encabezar el evento, en lo que representa el primer viaje a Centroamérica desde que el argentino fuera elegido en marzo de 2013.
El primer pontífice latinoamericano, hijo de inmigrantes italianos en Argentina, llega en un momento en que el drama de la migración en la región hacia el norte por razones de pobreza y violencia está latente.
“Gracias, papa Francisco, por confiar y darnos la oportunidad de hacer una jornada para la juventud de las periferias”, señaló monseñor Ulloa durante la homilía de una misa celebrada en una zona costera.
“Anhelamos que sea un bálsamo para la difícil situación con la que conviven sin esperanzas muchos de ellos, especialmente la juventud indígena y afrodescendiente, la juventud que migra por la casi nula respuesta de sus países de origen, que los lanzan a cifrar sus esperanzas en otros países, exponiéndolos al narcotráfico, la trata humana, la delincuencia”, dijo Ulloa.
Peregrinos de todo el mundo
Los miles de jóvenes de casi 140 países, principalmente de las naciones vecinas centroamericanas y de Sudamérica, coparon la llamada “Cinta costera” desde horas antes y alzaban las banderas de sus países, que se sacudían con el viento cercano al mar en medio de un sol candente.
Así se robaron las cámaras los guatemaltecos, estas son las postales:
“¡Aquí, aquí, aquí está la juventud del papa!”, coreaba un grupo de chicos argentinos.
Muchos de los peregrinos llegaron de las naciones vecinas del Istmo, como esperaban los organizadores y el propio Francisco.
Un grupo de peregrinos hondureños caminó hacia la misa con una pancarta en que se leía “Papa, ayúdanos a encontrar una vida mejor”.
“Yo creo que el mensaje del papa, de la Jornada Mundial de la Juventud, es que todos somos hermanos. Nadie es extraño, todos podemos vivir en armonía”, dijo el joven fraile salvadoreño Jonathan Vásquez, quien trabaja en Panamá desde hace tres años.