El doble atentado, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) ocurrió dos días después de conocerse el triunfo contundente del "sí" en referéndum sobre la creación de la región autónoma de Bangsamoro, en el marco del proceso de paz con la insurrección musulmana.
PUBLICIDAD
Gerry Besana, portavoz regional del ejército, declaró que la primera explosión se produjo la mañana de este domingo en el interior de la catedral de Nuestra Señora de Monte Carmelo, en el centro de Jolo, mientras se celebraba misa.
La segunda tuvo lugar en un estacionamiento, cuando llegaban las tropas, agregó el vocero.
Según un comunicado de EI, dos de sus militantes detonaron los cinturones de explosivos.
Salvador Panelo, portavoz del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, condenó "un acto terrorista".
"Perseguiremos hasta el fin del mundo a los crueles autores de este crimen hasta, que cada uno de los asesinos sea juzgado y encarcelado", declaró Panelo.
Mortal atentado
Cinco soldados, un guardacostas y 12 civiles murieron, en tanto otras 83 personas resultaron heridas, añadió Besana.
PUBLICIDAD
Por su parte, el jefe de la policía regional, Graciano Mijares, dio cuenta de 20 muertos y 81 heridos.
La segunda bomba se encontraba en una moto estacionada en el exterior de la catedral.
"Probablemente sea un acto terrorista. Son personas que no quieren la paz. Es una pena que esto ocurra justo después de que se aprobara la ley sobre Bangsamoro", dijo Besana.
"Cuando se habla de terrorismo en la provincia de Sulu, el primer sospechoso es siempre Abu Sayyaf, pero no podemos excluir la hipótesis de otros responsables".
La isla de Jolo es una base del grupo islamista Abu Sayyaf, acusado de los peores ataques en la historia del país, entre ellos el perpetrado contra un ferry en 2004, que dejó más de 100 muertos.
Abu Sayyaf es una ramificación extremista de la insurrección separatista musulmana fundada en 1990 con el apoyo de Al Qaida.
La provincia de Sulu, en la que se encuentra Joló, votó en contra de la creación de esta región autónoma del sur de Filipinas, que se espera que traiga paz y desarrollo tras décadas de combates que han dejado miles de muertos y sumieron a la zona en la pobreza.
A pesar de la votación de Sulu, la legislación establece que la provincia esté incluida en la nueva entidad política, ya que los votantes de la actual región autónoma se pronunciaron a favor en su conjunto.
La creación de esta zona en un territorio de población musulmana en un país mayoritariamente católico apunta a restablecer la paz.