Las reformas fiscales y aumentos al sistema de pensiones impulsadas por el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua “tendrán un impacto devastador en la economía”, señaló la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan) en un comunicado en el cual urgen “la inmediata instalación del diálogo nacional como la única solución política viable” a la crisis.
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La economía nicaragüense se hundió en una crisis que provocó una contracción de 4 % del PIB y miles de empleos perdidos, tras el estallido de las protestas antigubernamentales en abril pasado, cuya represión deja más de 325 muertos.
El gobierno planteó la reforma como una salida a la crisis.
La organización cafetalera señaló que las medidas afectarán la producción del grano, principal rubro de exportación, que genera 450 millones de dólares anuales y 350 mil empleos en el campo, de los cuales se perderían más de 60 mil con la reforma.
Excan forma parte del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), que también rechazó las reformas que discute el parlamento, de mayoría oficialista.
“La reforma es confiscatoria y promovería la descapitalización de las empresas, la fuga de capital, la falta de inversiones y por último, la iliquidez, insolvencia e inevitable quiebra de muchas empresas”, alertó el Cosep en un estudio titulado “Golpe del Estado a la economía”.
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El gobierno presentó el lunes al parlamento un proyecto de reformas tributarias que contempla aumentar el impuesto sobre la renta de grandes y medianas empresas del 1 % actual a entre 2 % y 3 % y propone elevar el Impuesto Selectivo de Consumo a algunos productos, entre otros cambios.
De manera paralela, el gobierno anunció una reforma al sistema de pensiones que aumenta la contribución patronal y laboral.
Según el diputado oficialista Wálmaro Gutiérrez, la propuesta elimina algunas exoneraciones que tenía el sector privado antes de la crisis.
La Asociación de Bancos Privados de Nicaragua apuntó que las reformas “tendrán un efecto negativo en la economía, impactando a la población menos favorecida”.
Igualmente, la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin) consideró que amenaza con “el cierre de empresas y el aumento del desempleo”.
Provocaría asimismo el incremento del costo de la mayoría de productos de la canasta básica de alimentos, actualmente valorada en más de 421 dólares, anotó Cadin.