Cerca de una decena de vehículos cargados de ayuda humanitaria de Estados Unidos entraron a las 14:43 (hora local) al centro de acopio, dispuesto por las autoridades de Colombia en el puente internacional Tienditas, en la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela.
La caravana, que había partido la víspera desde la ciudad de Bucaramanga, fue recibida con júbilo por un puñado de venezolanos agolpados en Tienditas, por donde se presume que la oposición pretende hacer llegar los cargamentos.
"Ayuda humanitaria ya", se leía en letras negras en carteles amarillos alzados por los ciudadanos de esa nación.
A su alrededor, una docena de policías organizaba el esquema de seguridad que acompañó a los camiones.
"La esperanza está llegando, y bueno, que se abra este rumbo hacia un mejor futuro", dijo Francisco Javier Pernea, un migrante venezolano de 44 años que dejó su país hace seis meses, luego de que su salario como portero y camillero del hospital central de San Cristóbal no alcanzara para mantener a su esposa y dos hijos.
El paso por el puente internacional de Tienditas, construido por ambas naciones aunque no ha sido inaugurado oficialmente, fue bloqueado por uniformados venezolanos el martes con dos contenedores y una cisterna de un camión de transporte de combustible.
Sigue el misterio
La forma en la que los cargamentos llegarán al país petrolero es un misterio, pues el gobierno de Nicolás Maduro, no reconocido por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos, ha anunciado que no permitirá su entrada, al considerarla parte de un "show".
El gobierno chavista insiste, además, en que el país no vive una crisis humanitaria y en que el ingreso de las ayudas sería el primer paso de una intervención militar que Washington no descarta.
En Colombia, la ayuda fue recibida por la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que indicó en un comunicado que simplemente los custodiará y resguardará, "cumpliendo con el compromiso del gobierno colombiano en esta operación humanitaria".
Se espera que en los "próximas días" lleguen más cargamentos, agregó la entidad, a los que se sumarán otros procedentes de Brasil y de una isla caribeña por definir.
"Ese tema lo van a manejar directamente los venezolanos, son ellos los que van a buscar las garantías, son ellos los que van a establecer los canales de distribución y son ellos los que van a establecer los puntos en los que se van a entregar", dijo el martes el director de la UNGRD, Eduardo José González.
Por ello, Guaidó ha solicitado a los militares que permitan el ingreso de alimentos no perecederos y medicinas, en lo que expertos consideran una jugada política para medir la unidad de mando de las fuerzas armadas, apoyo tradicional de Maduro.
"Este es un tema de humanidad, hemos hablado claramente a las fuerzas armadas, ellos tienen una responsabilidad importante, si seguir del lado de una dictadura (…) o ponerse del lado de la Constitución", afirmó el autoproclamado presidente interino.
Aunque se opone a una salida armada al caso venezolano, el gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, lidera la presión diplomática contra la "dictadura" de Maduro, con el que Bogotá prácticamente no tiene relaciones desde mediados de 2017.
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, ha dicho que sería "un crimen" que el gobierno chavista impida la entrada de los cargamentos.