Los republicanos etiquetaron durante años a Nancy Pelosi como una liberal de San Francisco y ahora intentan presentarla como rehén de la izquierda que ha resurgido en el Partido Demócrata.
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Sin embargo, en su papel de presidenta de la Cámara de Representantes, Pelosi ha demostrado pragmatismo. Está dispuesta a encontrar un punto medio con el presidente Donald Trump a fin de concederle recursos para la construcción de algunas vallas en la zona limítrofe con México a pesar de sus señalamientos de que el muro fronterizo del mandatario era “inmoral” y sus promesas de no darle un solo centavo.
Y mientras el ala progresista del Partido Demócrata intenta concretar sueños como “Medicare (atención médica) para todos” y un “Nuevo Trato Verde”, Pelosi ha guardado distancias.
“Nos orientamos en resultados, nos basamos en valores, y estamos a favor del denominador común más audaz”, declaró Pelosi el viernes en una breve entrevista. “Todo mundo tiene un camino para defender su caso, para ver las opciones disponibles. Estoy casada con la Ley de Salud Asequible porque creo que es una alternativa a favor de la atención médica para todos los estadounidenses”.
Pelosi preside la bancada demócrata de 235 miembros que asumió el control de la Cámara de Representantes después de los comicios legislativos de noviembre, impulsada por el enojo de los votantes hacia Trump. La nueva mayoría incluye a legisladores liberales, jóvenes, desafiantes y mediáticos como la representante demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, una consentida entre activistas demócratas y un fenómeno en redes sociales.
“Hay una nueva camada de demócratas que hacen ver a Pelosi como moderada. Nunca creí ver este día”, dijo el representante republicano de Oregon, Greg Walden. “Veo este despliegue del Nuevo Trato Verde, del Medicare para todos, pero no veo que ella acompañe estas propuestas”.
Mientras algunos izquierdistas exigen un juicio político contra Trump, Pelosi pide calma a los demócratas porque, dice, es necesario verificar a cabalidad cualquier prueba. Pelosi se opone a exigir a Trump la entrega inmediata de las devoluciones de impuestos, lo que ha suscitado disgusto entre legisladores demócratas impacientes, como el representante Bill Pascrell.
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La habilidad política de Pelosi es indiscutible. Fue una presidenta sólida de la Cámara de Representantes durante el periodo 2007-2010, cuando mantuvo la unidad entre los demócratas e ignoró a los republicanos a veces por completo. Sin embargo, algún sector de su bancada comenzó a dudar de la capacidad de Pelosi después de los ciclos electorales adversos para los demócratas en 2010, 2014 y 2016.
Como sea, Pelosi, se impuso a quienes dudaban de ella, en un desafío de liderazgo el otoño pasado, cuando surgió con más fuerza que antes. A los 78 años se alzó como heroína del partido tras su victoria sobre Trump en la disputa por el cierre del gobierno y aumentó su influencia en las actuales negociaciones. Hasta el momento hay pocas quejas entre los demócratas.