Católicos víctimas de abuso sexual por sacerdotes insistieron el domingo que una reunión a efectuarse en el Vaticano deberá producir acciones decisivas para confrontar el añejo problema de los sacerdotes pederastas y el encubrimiento eclesial.
Peter Isely, miembro fundador del grupo activista Ending Clergy Abuse (Poniendo Fin al Abuso Clerical), denunció el domingo que el papa Francisco “enfrenta resistencia” de altos funcionarios del Vaticano mientras prepara la conferencia de obispos de todo el mundo.
"Déjenme decirles lo que fue tratar de resistir al sacerdote que me estaba agrediendo sexualmente cuando yo era niño”, dijo Isely. “Así, por difícil que sea para él (el papa) o lo molesto que sea esto para cualquiera en el palacio papal, no es nada en comparación con lo que los sobrevivientes han tenido que pasar”.
Isely ofreció su perspectiva en una entrevista con The Associated Press cerca de la Plaza de San Pedro poco antes de que Francisco hablase sobre la importancia del evento del 21 al 24 de febrero para proteger a los niños y adolescentes en la Iglesia.
Dirigiéndose a los fieles en la plaza, Francisco les pidió sus oraciones por la reunión de los jefes de las conferencias episcopales de todo el mundo.
El pontífice dijo desear que esta cumbre sea “un acto de fuerte responsabilidad pastoral de cara a un desafío urgente de nuestra época”.
Las revelaciones en muchos países sobre sacerdotes violando y cometiendo toda suerte de abusos sexuales contra menores y un patrón de obispos encubriendo los crímenes han sacudido la fe de muchos católicos.
Ponen a prueba también la capacidad del pontífice de garantizar la seguridad de los niños y de que los abusadores sean castigados, así como sus superiores cómplices.
El Vaticano anuncio el sábado que Francisco aprobó la expulsión del sacerdocio de un excardenal estadounidense, Theodore McCarrick, por abuso sexual de menores y adultos.
Pero activistas por los derechos de las víctimas exigieron también que el papa diga lo que él y otros altos funcionarios del Vaticano conocían sobre el proceder sexual indebido del prelado, que se extendió durante décadas.
"Si uno abusa de un niño, tiene que ser expulsado del sacerdocio”, afirmó Isely. “Si uno encubrió el abuso de un niño, tiene que ser expulsado del sacerdocio. Y eso es lo único que va a marcar un cambio en esta crisis global”.
Denise Buchannan, jamaiquina y miembro fundador del grupo, dijo que un sacerdote la violó cuando ella tenía 17 años.
"Esa violación resultó en un embarazo y el sacerdote hizo arreglos para el aborto”, dijo Buchanan.
Marco Politi, veterano observador del Vaticano, le dijo a la AP que él ve que el pontífice también enfrenta resistencia interna.
"Existe una lucha entre el papa y sus partidarios que quieren cambios, y mucha gente entre los obispos y entre el clero que no quieren transparencia ni la aplicación de la ley contra el asunto de los abusos en el mundo”, afirmó Politi.
Algunos de los críticos de Francisco dicen que, como resultado de la cultura de la jerarquía católica, él también ha actuado con lentitud para reconocer el papel de esa jerarquía en la perpetuación de los abusos cometidos por sacerdotes.
Francisco ha tratado de moderar las expectativas para la cumbre, diciendo en enero que “el problema de los abusos continuará” porque “es un problema humano”. Isely dijo que las expectativas deben ser altas y que los participantes “deben ofrecer resultados para las víctimas”.