En su informe, tres investigadores, enviados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, analizaron la violencia ocurrida durante las protestas suscitadas desde marzo hasta diciembre de 2018 en territorio palestino.
Según la comisión, estas manifestaciones eran esencialmente de "naturaleza civil" y existen "motivos razonables para creer que francotiradores de élite israelíes dispararon contra periodistas, personal sanitario, niños y personas discapacitadas, sabiendo que eran claramente reconocibles como tales".
Por su parte, el jefe de la diplomacia israelí, Israel Katz, calificó el informe de "hostil, falso y parcial" contra su país, y reiteró el derecho de Israel a defenderse de las actuaciones "terroristas" de Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza.
Pero para el presidente de la Comisión de la ONU, Santiago Cantón, "los soldados israelíes cometieron violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario".
"Algunas de estas violaciones pueden constituir crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad y deben ser inmediatamente investigadas por Israel".
En sus conclusiones, la comisión recomienda a las autoridades de la Franja de Gaza cesar el uso de "cometas y globos dotados con dispositivos incendiarios", siendo el envío de estos artefactos hacia Israel uno de los aspectos de la vasta movilización palestina.
"6 mil manifestantes desarmados"
La Franja de Gaza, enclave situado entre Israel, Egipto y el Mediterráneo, es el escenario, desde marzo de 2018, de manifestaciones semanales, generalmente acompañadas de violencia, a lo largo de la valla fronteriza.
Desde esa fecha, al menos 251 palestinos han muerto por disparos israelíes, la gran mayoría a lo largo de la frontera. El resto murió en los ataques israelíes de represalia a los actos hostiles provenientes del enclave.
Dos soldados israelíes murieron en el mismo periodo.
Según la comisión de la ONU, "más de 6 mil manifestantes desarmados fueron alcanzados por francotiradores de élite militares, semana tras semana durante las manifestaciones".
La comisión, con quien Israel no cooperó, realizó 325 entrevistas con víctimas, testigos y fuentes y recogió más de 8 mil documentos. También tuvo acceso a material audiovisual, incluido grabaciones realizadas por drones.
"No hay ningún motivo para matar o herir a periodistas, médicos y personas que no representan una amenaza inminente de muerte (…) para las personas que los rodean. Apuntar a niños y personas discapacitadas es particularmente alarmante", señaló Sara Hossain, investigadora de la ONU.
*Con información de AFP