Varios helicópteros desalojaron a más de 475 pasajeros de un crucero que se averió frente a la costa occidental de Noruega en medio de mal tiempo antes de que el barco se dirigiera escoltado a un puerto cercano con casi 900 personas a bordo todavía, informó el domingo la firma propietaria de la nave.
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El Viking Sky transportaba 1.373 pasajeros y tripulantes cuando tuvo problemas en un área impredecible de la costa noruega conocida por lo helado de las aguas y lo agitado del mar. La tripulación emitió una señal de auxilio el sábado en la tarde.
En un difícil proceso efectuado durante toda la noche, cinco helicópteros recogieron en la oscuridad a pasajeros del barco que no paraba de zarandearse. Los rescates se efectuaron en condiciones difíciles que incluían ráfagas de viento de hasta 70 km/h (43 mph) y olas de más de 8 metros (26 pies) de altura.
Varias fotografías publicadas en las redes sociales muestran que el barco se ladeaba mientras el mobiliario se estrellaba violentamente contra las paredes.
“Tenemos conocimiento de que 20 personas sufrieron lesiones debido a este incidente, y están recibiendo atención en los centros médicos pertinentes en Noruega. Algunas ya fueron dadas de alta”, informó Viking Ocean Cruises, la compañía propietaria que opera el barco.
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En un comunicado, la firma dijo que antes de que el buque partiera hacia el puerto de Molde, casi un día después de que se averiara, helicópteros trasladaron a 479 pasajeros a tierra firme, quedándose a bordo otros 436 viajeros y 458 miembros de la tripulación.
“Vimos a dos personas que las bajaron en camillas”, dijo el pasajero Dereck Brown al periódico noruego Romsdal Budstikke. “La gente estaba alarmada. Muchos estaban asustados pero mantenían la calma”.
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La pasajera Alexus Sheppard dijo a The Associated Press en un mensaje enviado desde el Viking Sky que las personas lesionadas o con discapacidad fueron las primeras en ser retiradas del barco por los helicópteros provistos con un malacate.
“Al principio era aterrador, y al sonar la alarma general (el peligro) se sintió muy real”, agregó.
El estadounidense Rodney Horgen visitaba Noruega, la tierra de sus antepasados, cuando la travesía se convirtió en una pesadilla.
Horgen, de 62 años, dijo que entendió que algo andaba mal cuando los pasajeros fueron llevados al punto de reunión del crucero.