El coronel Juan Chiroy Sal y ocho militares más, señalados en el caso Cumbre de Alaska, fueron beneficiados con arresto domiciliario, por lo cual podrán salir de la cárcel.
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El Juzgado de Mayor Riesgo “A”, a cargo de Claudette Domínguez, les otorgó la medida sustitutiva a los sindicados, que llevan más de seis años de estar en prisión preventiva.
Los procesados podrán permanecer únicamente en las instalaciones de la Guardia de Honor y además tienen prohibido salir del departamento de Guatemala.
Tomando en cuenta el tiempo que llevan privados de su libertad, la togada decidió no imponerles caución económica.
Chiroy se mostró complacido por la resolución de la jueza, ya que según indicó, el tiempo que lleva detenido ha excedido los estándares nacionales e internacionales, con relación a la prisión preventiva.
Señaló que cada lunes “era una esperanza” para que el caso avanzara, y fue hasta hoy que lograron resultados positivos.
“Hoy estamos muy agradecidos primero con Dios, al que nosotros servimos, que es el que nos ha dado el reposo para poder sobrevivir durante estos seis años de prisión preventiva”, expresó.
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El caso
El 4 de octubre de 2012, en la Cumbre de Alaska, entre los kilómetros 169 y 170 de la ruta Interamericana, se registraron incidentes violentos que dejaron como saldo seis personas fallecidas.
En ese punto se estaba desarrollando una manifestación ciudadana, específicamente se trataba de pobladores de cuatro cantones de Totonicapán, quienes se pronunciaban contra acciones del Gobierno.
Fuerzas policiales y castrenses se movilizaron para retomar el control, ya que los inconformes bloqueaban el paso.
Sin embargo, se generaron enfrentamientos y en ese marco perdieron la vida seis personas y por lo menos 30 resultaron heridas.
Según las investigaciones, al lugar se presentó un contingente que estaba a cargo de Chiroy. El MP destaca que él tenía como misión prestar apoyo a la policía para la disolución de la manifestación, pero debía preservar la vida e integridad de las personas civiles y su tropa.
La primera fase de investigación de este caso fue presentada por autoridades del Ministerio Público una semana después de lo ocurrido.
En esa ocasión la Fiscalía señaló que contaba con evidencia recolectada en la escena del crimen, que consistía en 108 casquillos, 89 restos de gas lacrimógeno, 11 muestras de sangre, 18 prendas de vestir y 12 fusiles.
