En el marco de un muy duro discurso contra la NASA, el vicepresidente Mike Pence confirmó que el gobierno de Donald Trump tiene la intención de adelantar el regreso de los astronautas estadounidenses a la Luna.
"Por orden del presidente, la política oficial de esta administración y de Estados Unidos es hacer volver a los astronautas estadounidenses a la Luna en cinco años (2024)", dijo el vicemandatario en Rocket City, Huntsville.
"La primera mujer y el próximo hombre en la Luna serán astronautas estadounidenses, lanzados por cohetes estadounidenses desde suelo estadounidense".
Pence confirmó, además, lo que había anticipado recientemente el jefe de la NASA, Jim Bridenstine: la próxima en pisar suelo lunar será una mujer.
Trump se comprometió a sacar a la NASA del sopor en el que había caído tras el fin del programa de transbordadores espaciales, en 2011.
En 2017, fijó como objetivo el regreso a la Luna, como una primera etapa de la exploración humana de Marte.
La agencia finalmente estableció un programa paulatino de envío de robots e instrumentos, antes de que un humano aterrizara nuevamente en la Luna, en 2028.
"No es suficiente, somos mejores que eso, nos tomó ocho años ir a la Luna la primera vez hace 50 años, cuando nunca lo habíamos hecho. No debería tomarnos 11 años para volver", agregó Pence.
Cambiar la NASA
El alto funcionario comparó a Trump con John F. Kennedy, dos "soñadores".
También revivió el discurso de la Guerra Fría, sustituyendo a la URSS por China, como un gran rival en el espacio.
"Estamos comprometidos en una carrera espacial como en la década de 1960, pero lo que está en juego es más importante".
Pence recordó que China había logrado aterrizar un robot en el lado oculto de la Luna, "revelando su ambición de aprovechar la ventaja lunar".
Lejos del tono laudatorio utilizado habitualmente para referirse a la agencia espacial, Pence criticó los retrasos y los miles de millones de dólares adicionales del presupuesto que ha implicado la construcción del poderoso cohete SLS, encargado a Boeing y cuyo primer vuelo (no tripulado) estaba programado para 2020.
La NASA anunció recientemente que no estaría listo a tiempo.
"Si los contratistas actuales no pueden lograr este objetivo encontraremos otros que sí podrán", advirtió a Boeing.
"Si los cohetes privados son la única manera de llevar de vuelta a la Luna a los astronautas estadounidenses en cinco años, entonces serán cohetes privados".
No mencionó a SpaceX ni a otras compañías, pero la alusión fue clara.
Actualmente, SpaceX tiene cohetes capaces de lanzar cargas pesadas al espacio.
"Le pediremos a la NASA no solo que cambie la política sino que adopte una nueva mentalidad".
"La NASA debe transformarse para convertirse en una organización más ligera, más ágil y responsable. Si la NASA no es capaz de enviar astronautas estadounidenses a la Luna en cinco años, debemos cambiar la organización, no la misión", agregó.
"Mensaje perfectamente recibido", respondió más tarde Bridenstine.
*Con información de AFP