Un círculo oscuro en medio de un disco resplandeciente: la primera foto real de un agujero negro fue presentada al mundo este miércoles, al término de una aventura tecnológica inédita.
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El primer “monstruo” cósmico en haberse dejado captar fue detectado en el centro de la galaxia M87, a unos 50 millones de años luz de la Tierra.
Mira la foto aquí:
“Una distancia difícil de imaginar”, admite Frédéric Gueth, astrónomo y director adjunto del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) en Europa, participante en la investigación.
La imagen fue tomada gracias a una colaboración internacional llamada Telescopio del Horizonte de Sucesos (Event Horizon Telescope, EHT, en inglés).
Este reagrupa a casi una decena de radiotelescopios en el mundo, desde Europa hasta el Polo Sur, pasando por Chile y Hawái.
Combinando estos observatorios, como si fueran pequeños fragmentos de uno gigante mediante una técnica llamada interferometría, los astrónomos pudieron disponer de un observatorio virtual del tamaño de la Tierra.
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“Se podría leer desde Nueva York un periódico abierto en París”, afirmó Gueth.
La imagen, ansiada durante muchos años, es objeto de seis artículos publicados el miércoles en la revista científica Astrophysical Journal Letters.
Los artículos van firmados por más de 200 autores, de más de 60 organismos científicos.
Fue presentada en seis ruedas de prensa simultáneas en el mundo, en lugares como Bruselas y Santiago de Chile.
Mira la transmisión completa del anuncio aquí:
La Tierra en un dedal
Un agujero negro es un objeto celeste que posee una masa extremadamente importante en un volumen muy pequeño; como si la Tierra estuviera contenida en un dedal.
Son tan masivos que ni la materia ni la luz pueden escapar, por lo cual no se pueden ver, son invisibles.
Y es que si bien se habla de los agujeros negros desde el siglo XVIII, ningún telescopio había logrado observar en directo uno de estos misteriosos objetos.
La primera observación del grupo de radiotelescopios se realizó el 5 de abril de 2017.
Los ocho observatorios del EHT, entre estos el de IRAM (en España) y el potente radiotelescopio ALMA (en Chile), detectaron dos agujeros negros: Sagitario A*, en el centro de la Vía Láctea, y su congénere de la galaxia M87.
Solo el segundo, aunque mucho más alejado, ofreció una buena imagen.
“Estadísticamente, las posibilidades eran ínfimas y sin embargo, ¡lo logramos!”, dijo Pablo Torne, del IRAM.
*Con información de AFP