Crisis en Sudán luego de que una junta militar confirmara el derrocamiento del presidente Omar al Bashir.
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Los militares anunciaron, asimismo, la suspensión de la Constitución, el cierre de las fronteras y la creación de un Consejo militar que permanecerá en el cargo por dos años.
La medida despertó el rechazo de los organizadores de las protestas que a lo largo de cuatro meses pidieron la dimisión del presidente.
“Anuncio la caída del régimen y la detención de su jefe en un lugar seguro”, afirmó el jueves el ministro de Defensa de Sudán, Awad Ibnouf.
Se decretó, además, el estado de emergencia en todo el país.
Ibnouf también dijo que el consejo militar declaró un cese al fuego nacional, que incluye la zona en guerra del Darfur, Estado de Nilo Azul y Estado de Korforán del Sur en donde el gobierno de Bashir combate a minorías étnicas rebeldes.
Durante toda la mañana, una inmensa multitud se dirigió hacia el centro de la capital, a la espera de un anuncio sobre la destitución del mandatario.
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“¡Cayó el régimen! ¡Cayó el régimen!”, gritaban miles de manifestantes.
¿Autogolpe?
Los organizadores de las protestas, la Alianza para la Libertad y el Cambio, sostienen que se trata de un “golpe conducido por el régimen” y pidieron que continúen las manifestaciones.
“El régimen organizó un golpe militar presentando las mismas caras (…) contra las que nuestra gente se rebeló”, indicaron en un comunicado.
“Todos rechazamos lo que se mencionó en el comunicado del golpe emitido por el régimen”.
La televisión nacional había interrumpido temprano sus programas para difundir cantos patrióticos y militares.
“Importante declaración de las Fuerzas Armadas pronto. Estén atentos”, se podía leer en un cintillo.
Poco antes del anuncio, el poderoso servicio de inteligencia, brazo de la represión de las manifestaciones que sacuden al país desde diciembre, anunció la liberación de todos los prisioneros políticos del país, según la agencia oficial Suna.
Fuerzas Armadas fueron desplegadas en numerosas calles de la capital, al igual que unidades de paramilitares.
“Proteger a los ciudadanos”
Desde el sábado, los manifestantes resistieron en varias ocasiones a los intentos del servicio de inteligencia, NISS, de dispersarlos con gases lacrimógenos, en vano, según los organizadores de la protesta.
El martes, 11 personas, entre ellas seis miembros de las fuerzas de seguridad, murieron en las manifestaciones de Jartum.
En total, 49 personas murieron en incidentes vinculados a las manifestaciones desde el inicio de las concentraciones, según responsables oficiales.
*Con información de AFP
