El nuevo titular del máximo tribunal, Bonerge Mejía, es conocido en su gremio debido a su paso como decano en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Mejía compartió sobre los retos en la CC y parte de los debates en ponencias de amparos.
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¿Cuál es el principal legado que espera dejar?
Reestructuradas, afinadas e implementadas varias oficinas en la capital y en los departamentos para atacar de manera eficiente la mora judicial. En la sede espero crear la unidad de planificación para que ayude en criterios, objetivos y científicos, así como también en espacios físicos, que de contratar personal no se haga con criterios subjetivos, sino por medio de una calificación objetiva. A partir de eso la unidad de viabilidad, que hace un buen trabajo, sacarle más provecho, con más espacio y empleados, porque cuando se presentan amparos, desde ahí se sugiere a los magistrados cuáles acciones nacen muertas. También crear la secretaría adjunta II, porque el secretario general es absorbido por el pleno y descuida a su personal, por lo que es necesario que tenga un asistente, pues hay problemas en las notificaciones, aunque nadie resuelve en los plazos establecidos.
¿Considera necesaria una reforma constitucional?
Es importante lo que se ha hecho en la Corte Suprema de Justicia, como la Ley de Carrera Judicial sobre las funciones administrativas que se delegan al Consejo de la Carrera Judicial y las juntas de disciplina y de operación sin violentar las facultades para nombramientos, pero no creo que haga falta una reforma a la Constitución.
¿Cómo evitar el abuso del amparo?
Una reforma a la Ley de Amparo, que es un gran instrumento… Hay que recordar que esa figura legal es una garantía noble y justa que está establecida para defender la arbitrariedad y el abuso del poder, y es una herramienta linda para la democracia y la defensa de los derechos humanos, por lo que se debe limitar con mayores requisitos para su admisión. Se debe compartir con universidades y jueces los criterios que la CC maneja para admitir o suspender un amparo, porque hace falta un diálogo jurisprudencial entre las cortes para uniformar los criterios de admisibilidad.
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¿Cuál reto tiene en dirigir la CC en un año político?
Justamente se privilegió la vista pública de la candidata del partido Valor, porque según el cronograma tocaría 15 antes de que venciera el proceso electoral y por tratarse de un asunto electoral amerita priorizarlo de urgencia, pues puede que la sentencia quede muy bonita, pero totalmente inoportuna, aunque hubo una petición del amparista y del tercer interesado alegando por qué se celebró tan rápido la vista. Es difícil quedar bien con todas las partes porque uno quiere agilizar y resolver el caso.
¿Es decir que la resolución sobre Zury Ríos puede estar en mayo?
Debe estar, para que realmente sea oportuna.
¿Qué pasó con las debidas ejecutorias por la CICIG y la destitución de ministros?
Como nuestro punto central es defender el orden constitucional y eso significa ser un punto de equilibro para que el Estado no se caiga y la gobernanza no se venga abajo. Aquí entran elementos, además de jurídicos, de carácter social, económico y político, que la Constitución establece, no un partido político. Entonces en esas partes de las debidas ejecuciones hay medidas, pero hasta ahora no hay fecha de ponencia. Es cuestión de prudencia, por ejemplo, si empieza y se certifica lo conducente al Ministerio Público, se destituya a ministros, lo hemos considerado imprudencia, porque hay presiones fuertes que se han percibido.
¿Ha recibido amenazas por sus resoluciones?
En algunas depende de las resoluciones porque son polémicas, por ejemplo, circularon nuestros rostros y los números de teléfono, recibí un video de violencia, otros de rostros desconocidos amenazantes, también llamadas de amenazas, pero no he planteado denuncias, pero se pidieron medidas cautelares.
“La democratización en las asambleas de postulación es importante, el financiamiento electoral debe ser reformado profundamente, y la igualdad y equidad, para que haya un sistema político diferente y elecciones transparentes”.
¿Qué opina sobre los cuestionamientos de responder a ciertos grupos?
La mejor respuesta es el contenido y sentido de las resoluciones que he emitido en los asuntos generales y en los sensibles, y el eco de votar tres a dos, cinco a dos o cuatro a uno solo refleja la independencia en la que trabajo. Vengo del Colegio de Abogados y está el aspecto llamado “deber de ingratitud”, que cuando llega a ese punto se desvincula de quien lo haya designado, por lo que las resoluciones que he dictado son las que mejor hablan de mi actuación.
¿Teme salir mencionado en alguna investigación que lo vincule con Alejandro Sinibaldi?
De lo que circuló en los medios y llegó a la presentación de antejuicio, la Corte Suprema reiteradamente rechazó de entrada las cuestiones, ellos (los magistrados) no consideran si hay responsabilidad, sino que las razones son sin sentido, falsas, ilegítimas o políticas, no puedo alegar que sean políticas, pero sí espurias e ilegítimas. Tengo confianza en el sistema de justicia, confianza en los jueces y autoridades judiciales, soy respetuoso de lo que han dicho, me siento tranquilo. No conozco a la persona que me mencionó y en la época que se dicen las cosas era para quebrarlo a uno y tenía que resolver a cierto modo y no era candidato, menos magistrado de la CC.
¿Cómo ve el panorama del país en año electoral a cargo de la Corte?
Creo que los políticos o personas que tienen ejercicio de poder están calculando el tiempo, por lo que el proceso electoral es tan fuerte que están pensando en las comisiones de postulación, el Tribunal Supremo Electoral en cierto tiempo se tiene que elegir y quienes lo van a nombrar serán las autoridades que ganen las elecciones, quienes van a elegir a esta Corte serán quienes ejerzan el poder, por lo que lo veo tan complicado, porque el sistema político no ha tenido las reformas profundas y pueda servir para que las personas visionarias con o mala fe están preparando un terreno para que cuando dejen el cargo no puedan ser perseguidas o sean tratadas con alguna generosidad.