Mario Leal Castillo, empresario guatemalteco y excandidato a la vicepresidencia por el partido UNE, fue localizado en Estados Unidos.
La información fue dada a conocer este viernes por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI).
Leal se encontraba prófugo desde enero de 2018. La justicia de Guatemala lo requiere por estar implicado en posibles hechos de corrupción.
En un oficio remitido al Ministerio Público por parte de Interpol de Guatemala se confirmó su detención en territorio estadounidense. Sin embargo, se entregó un segundo oficio en el que se rectificó la información.
En una comunicación enviada por Interpol Washington a la sede de la oficina internacional en el país se trasladan varios requerimientos.
Entre estos, que la Fiscalía guatemalteca gestione una orden de detención con fines de extradición contra esta persona.
Además, que se solicite al Gabinete Criminalístico de la Policía Nacional Civil (PNC) el registro de huellas dactilares del señalado, para adjuntarlas a tal solicitud.
Señalamientos
Leal Castillo está señalado en el caso conocido como Traficantes de Influencias y el de posible financiamiento electoral no registrado del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
El primero mencionado salió a la luz a inicios de 2018, cuando el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) revelaron la posible existencia de una estructura criminal.
Supuestamente estaba integrada por particulares, empresarios y exfuncionarios y se dedicaba a cobrar comisiones ilegales a cambio de acelerar el trámite de devolución del crédito fiscal en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
La orden de captura contra Leal por este caso es por los delitos de asociación ilícita, cohecho activo y lavado de dinero.
Además, estaría implicado en las presuntas irregularidades para financiar la campaña electoral de 2015 de la UNE, agrupación de la cual fue aspirante a la Vicepresidencia.
Según las investigaciones, el dinero procedente de los cobros ilegales para los trámites en la SAT se hacía llegar al partido para gastos políticos.
Ese dinero se mezclaba con otros capitales. Además, se presume que se utilizaron entidades vinculadas con Leal Castillo para el manejo de los fondos, con el objetivo de aparentar la legalidad de las aportaciones.