Un tribunal sueco rechazó este lunes el pedido de la fiscalía para detener "en ausencia" al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, acusado de violación y actualmente encarcelado en Londres.
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La decisión del tribunal de Uppsala, que puede ser apelada, es un revés para la acusación, que esperaba emitir una orden de detención europea para transferir al australiano a Suecia, antes de la prescripción de los hechos en agosto de 2020.
El tribunal juzgó infundadas "las sospechas contra Julian Assange y reconoce el riesgo de que intente eludir a la justicia".
Pero como Assange se encuentra encarcelado en el Reino Unido, "se pueden llevar a cabo los procedimientos de investigación bajo el régimen de orden de investigación europea", un mecanismo de cooperación entre Estados miembros de la Unión Europea en las denuncias penales.
"En estas circunstancias, una orden de detención y encarcelamiento sería desproporcionada", agregan los magistrados.
El abogado de Assange saludó la decisión "conforme al Estado de derecho".
Querían "transferirlo aquí a toda velocidad, porque la investigación fue archivada en dos oportunidades y no es imposible que vuelva a serlo", declaró Per Samuelson.
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De su lado, la fiscal encargada de la instrucción, Eva-Marie Persson, aseguró que iba a emitir un pedido de orden de investigación europea, sin indicar que pensaba también apelar la decisión del tribunal.
Persson anunció a mediados de mayo la reapertura de la investigación por violación contra Julian Assange, tras su detención en Londres el 11 de abril.
Una semana después, la fiscalía solicitó la detención en ausencia, un mecanismo del sistema legal sueco, "debido a las sospechas de violación".
"El objetivo de la detención es permitir la conclusión de la investigación y llevar a Julian Assange ante la justicia", dijo este lunes Persson ante la corte.
El arresto de Assange en Reino Unido y la reapertura de la investigación en Suecia reavivó las esperanzas de la demandante y de su abogada de que el fundador de WikiLeaks fuera entregado para un juicio.
La demandante, que en el momento de los hechos estaba en la treintena, acusa al australiano de haber mantenido relaciones sexuales con ella mientras ella dormía, y sin la utilización de preservativo, a pesar de que ella había rechazado toda relación sin protección.
Assange niega los hechos y mantiene que ella consintió las relaciones y aceptó no utilizar preservativo.
En aquella época ya era blanco de otra investigación por agresión sexual, pero esta prescribió en 2015.
Riesgo de "violaciones a sus derechos humanos"
La reapertura de la investigación sueca sobre Assange relanza también un proceso judicial que se prolonga desde hace casi una década, durante la cual el australiano y sus simpatizantes no dejaron de denunciar una maniobra destinada a permitir su extradición a Estados Unidos.
El país norteamericano reprocha a Assange haber puesto en peligro a algunas de sus fuentes, cuando WikiLeaks publicó más de 250 mil cables diplomáticos y alrededor de 500 mil documentos confidenciales sobre las actividades del ejército estadounidense en Irak y Afganistán.
También lo acusan de "complot" con la exanalista militar Chelsea Manning, en el origen de esta fuga sin precedentes.
La justicia estadounidense acusó a Assange el 23 de mayo en virtud de la legislación antiespionaje.
Según el relator Nils Melzer, si el australiano llegara a ser extraditado a Estados Unidos, "se expondría a un riesgo real de violaciones graves de sus derechos humanos, incluidos su libertad de expresión y su derecho a un juicio justo".