Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se dijeron satisfechos el sábado por el acuerdo entre ambos gobiernos sobre inmigración, y el alivio fue palpable en la frontera.
"México se esforzará mucho, y si lo hace, ¡este será un acuerdo muy exitoso tanto para Estados Unidos como para México!", tuiteó Trump el sábado, antes de agradecer a López Obrador.
AMLO, por su parte, también aplaudió el acuerdo, y desde la fronteriza ciudad de Tijuana celebró que México evito una potencial crisis económica.
"El lunes ya no va a haber aranceles, no va a haber impuestos, no va a haber crisis económica o financiera en nuestro país".
El acuerdo suspendió los aranceles del 5 % que Trump amenazaba con imponer a México.
Compromisos
Según la declaración divulgada en Washington, Mexico se comprometió a tomar "medidas sin precedentes" para detener a los migrantes y a desmantelar a los grupos de tráfico y trata de personas.
Estados Unidos, en tanto, devolverá a los solicitantes de asilo de regreso a México, para que allí esperen el procesamiento de su solicitud.
En Tijuana, AMLO recordó que la solución ante el fenómeno migratorio no puede ser solo "cerrar fronteras o utilizar medidas coercitivas".
"Lo más eficaz y lo más humano es enfrentar el fenómeno migratorio combatiendo la falta de oportunidades de empleo y la pobreza".
Trump dijo también que México "aceptó comenzar de inmediato a comprar grandes cantidades de productos agrícolas a (los) grandes agricultores patriotas" estadounidenses.
Lamentos demócratas
Del lado mexicano de la frontera, entre Tijuana y San Diego, las largas filas de camiones que se veían en los últimos días han tendido a desaparecer.
Numerosas empresas se habían preparado para el aumento de los aranceles y habían llenado sus depósitos.
En el plano político, sin embargo, el acuerdo fue de los dos países.
En el curso de la semana, México ya había anunciado varias iniciativas para calmar a su vecino del norte: el despliegue de 6 mil hombres para impedir el tránsito de clandestinos; el congelamiento de las cuentas bancarias de 26 presuntos tratantes de clandestinos; la deportación hacia su país de un centenar de hondureños y la detención de militantes de los derechos de los migrantes.
La oposición demócrata estadounidense ve en este acuerdo una continuación de la política antiinmigrantes que constituye el sello de Trump desde que se lanzó a la vida política en 2015.
Nancy Pelosi, jefa de los demócratas en la Cámara de Representantes, deploró las presiones ejercidas sobre un "amigo cercano y vecino" y evocó un tema que los gobernantes estadounidenses han dejado deliberadamente de lado: el de los derechos de los solicitantes de asilo.
*Con información de AFP