La Corte Suprema de Brasil analiza este martes un pedido de liberación de Luiz Inácio Lula da Silva, tras la divulgación de mensajes hackeados que mostraron que el exjuez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, pudo tener motivaciones políticas para condenar al exmandatario.
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El caso no está directamente relacionado con la divulgación de esos documentos, pero su inclusión la noche del lunes en la agenda del Supremo Tribunal Federal (STF) fue interpretada como un resultado de esa conmoción.
La defensa de Lula señaló que no se privará de usar esos mensajes pirateados entre los fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato entre sí y con Moro, para pedir la anulación de un proceso que consideran viciado.
En concreto, la segunda corte del STF discutirá, entre otros puntos, si los abogados de Lula tuvieron un amplio derecho a la defensa, cuando su condena fue tratada por el Superior Tribunal de Justicia (STJ).
El STJ ratificó en esa ocasión la culpabilidad de Lula, aunque redujo su condena de más de 12 años de cárcel a 8 años y 10 meses.
Lula, "sorprendido"
El expresidente siempre se declaró inocente y cuestionó la imparcialidad de Moro y del fiscal de Lava Jato, Deltan Dallagnol, quien lo acusó de ser el "cabecilla" de una organización criminal.
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Esa postura se vio reconfortada por la bomba informativa lanzada por The Intercept.
Lula se sintió "sorprendido por la rapidez con que la verdad salió a la luz a través de las conversaciones captadas por la prensa y por el elevadísimo grado de promiscuidad entre quien juzga y quien acusa en un mismo proceso, desvirtuando un principio constitucional", dijo uno de sus abogados, José Roberto Batochio.
"Ahora aguardamos la palabra del STF para saber si la Constitución está en vigor o no", agregó tras visitar a Lula en la prisión de Curitiba.
El STF también decidió este martes agendar otro recurso de Lula para el 25 de junio.
En este caso, discutirá directamente la presunta "parcialidad" de Moro por haber aceptado ser ministro del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien derrotó en las elecciones de octubre al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, designado por Lula.
Entre los mensajes publicados por The Intercept destaca una serie de septiembre pasado, cuando los fiscales obraron para impedir que Lula fuera entrevistado por temor a que pudiese beneficiar a Haddad.
Moro y Lava Jato a la defensiva
La operación Lava Jato, la mayor investigación anticorrupción de Brasil, fue puesta en jaque tras esas revelaciones.
El Consejo Nacional del Ministerio Público abrió una investigación disciplinaria para determinar si los fiscales cometieron una "falta", y la Orden de Abogados de Brasil (OAB) recomendó la separación temporaria de sus funciones de Moro y Dallagnol.
Esto, hasta que una investigación "imparcial" determine si hubo colusión entre ellos.
Otros juristas pidieron en la prensa la renuncia de Moro, uno de los ministros más prestigiosos del gobierno de Bolsonaro, quien llegó al poder prometiendo mano dura contra la criminalidad y tolerancia cero contra la corrupción.
Dallagnol consideró "normal que fiscales y abogados conversen con el juez, incluso sin la presencia de la otra parte".
The Incercept dijo que los mensajes publicados representan una mínima parte de los que consiguió obtener.
*Con información de AFP