En el marco de su segundo día de visita a Venezuela, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se reunió con altos funcionarios de ese país, en una jornada marcada por las protestas.
Varios cientos de personas se concentraron en distintos puntos de Caracas para advertir a Bachelet sobre el colapso del sistema de salud y la existencia de "presos políticos", entre múltiples denuncias.
"Espero muchísimo de la visita de ella, que ponga de sus buenos oficios (…) y nos ayude a las madres, esposas, hijos de los presos políticos", dijo Betzayda Natera, madre de un militar detenido.
Según la ONG Foro Penal, a la fecha hay 687 detenidos por razones políticas.
"¡Bachelet, escuche al pueblo! ¡No se encierre con políticos que le van a decir que todo está bien!", gritaron manifestantes frente a la sede del Programa de la ONU para el Desarrollo, donde estuvo la diplomática temprano este jueves.
Trabajadores de la salud y del sector educativo también salieron a las calles para denunciar la falta de medicamentos e insumos hospitalarios, y la precariedad de las escuelas.
Con el alto mando
Venezuela está sumida en la peor crisis económica de su historia reciente y en una lucha de poder entre el presidente Nicolás Maduro y el opositor Juan Guaidó.
Bachelet se reunirá con ambos líderes, aunque no se conoce exactamente cuál será su agenda.
Este jueves, la Alta Comisionada, quien hará una única declaración el viernes, antes de partir de Caracas, se reunió con el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, jerarca clave en el apoyo de los militares a Maduro.
Además, se encontró con el fiscal general, Tarek William Saab, y tenía previsto entrevistarse con representantes de los demás poderes públicos que, salvo el Parlamento, están bajo control del oficialismo.
Acusado por sus adversarios de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, Maduro advirtió el miércoles que espera que la visita de Bachelet "sea para bien", mostrándose abierto a escuchar "recomendaciones".
*Con información de AFP