La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió el lunes que los miembros de las familias de yihadistas capturados o muertos en Siria e Irak sean "repatriados a menos que sean investigados por crímenes".
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Esta situación encabezó la larga lista de preocupaciones enumeradas por Bachelet en el inicio de la 41ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, que incluyó igualmente la tensa situación en Sudán.
"Los miembros de las familias" deben "ser repatriados, a menos que sean investigados por crímenes", dijo Bachelet.
"Los niños, en particular, han sufrido graves violaciones de sus derechos, incluidos aquellos que pueden haber sido adoctrinados o reclutados (…) para cometer actos violentos. La consideración principal debe ser su rehabilitación, su protección".
Según Bachelet, más de 11 mil miembros de supuestas familias de combatientes de Dáesh (siglas en árabe para referirse al EI) están detenidos en el campo de Al Hol (Siria), administrado por las autoridades kurdas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que hay 29 mil niños de combatientes extranjeros en Siria, entre ellos 20 mil de Irak, indicó la Alta Comisionada, al precisar que la mayoría de ellos tenían menos de 12 años.
"Está claro que todas las personas sospechosas de haber cometido crímenes (cualquiera que sea su país de origen y la naturaleza de su crimen) deben ser objeto de investigaciones y de acciones judiciales", afirmó Bachelet.
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Pero "mantener en detención a personas que no son sospechosas de crímenes, en ausencia de un fundamento legal y de un control judicial independiente regular, es inaceptable", precisó.
"Crueldad"
Bachelet hizo también un llamado a los Estados para que otorguen la nacionalidad "a los niños nacidos de sus ciudadanos" en las zonas de conflicto, ya que imponer el estatuto de apátrida a esos menores es un "acto de crueldad".
"Los niños apátridas son con frecuencia privados de educación, de acceso a la atención médica y de otros elementos fundamentales de la dignidad".
Petición a Sudán
Bachelet también mostró su preocupación por las tensiones en Sudán.
El país está inmerso en una lucha entre los líderes del movimiento de protesta y los generales que accedieron al poder tras la destitución del presidente Omar al Bashir, en abril.
Bachelet citó informes según los cuales más de 100 personas han muerto y muchas más resultaron heridas en una sangrienta represión de una manifestación pacífica a principios de junio.
"Lamento que el gobierno no haya respondido a nuestra petición de acceso a investigar las graves acusaciones de violaciones de derechos humanos por las fuerzas de seguridad durante la represión", añadió.
*Con información de AFP