El presidente Nayib Bukele dio de qué hablar el domingo al enviar un mensaje a las pandillas de El Salvador, recordándoles que el futuro que les espera es “la muerte o la cárcel”.
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En rueda de prensa junto a su gabinete de seguridad, el mandatario salvadoreño hizo un llamamiento a los jóvenes pandilleros para que abandonen esas estructuras violentas, advirtiéndoles que la Policía y el ejército les perseguirá.
“Paren de matar. Paren de asaltar. Desarticulen esa estructura podrida .Váyanse a sus casas (…) ¿Cuál es el futuro que les queda?: la muerte o la cárcel”.
Bukele también recordó que la esperanza de vida de un marero es de 25 años.
Actualmente, se estima que en El Salvador hay cerca de 70 mil pandilleros, de los cuales casi 17 mil están encarcelados, y en su mayoría son de la Mara Salvatrucha (MS-13) y del Barrio 18.
La maras, según dijo Bukele, “han mantenido en zozobra” a los salvadoreños.
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Po ello, instó a sus miembros a dejarlas “antes de que se extingan con ellas”, pues “todavía tienen tiempo de irse”.
Plan de seguridad
En la segunda quincena de junio, ante los constantes atentados contra policías y militares, el gobierno lanzó un plan para ejercer control en 16 municipios, incluyendo la capital, con el fin de evitar las extorsiones y otros delitos.
“Yo les quería enviar un mensaje a las pandillas, nosotros realmente no queremos una guerra, nosotros no queremos muertos”, reiteró el gobernante.
En virtud del nuevo plan de seguridad, desde el 21 de junio, 2 mil 700 pandilleros fueron trasladados de una cárcel a otra para cortar sus canales de comunicación con el exterior.
Desde el lunes, las compañías de telefonía bloquearon las señales alrededor de los presidios.
Bukele confirmó, además, que sigue vigente el estado de emergencia decretado la última semana en todas las cárceles.
Esto significa que el encierro en las celdas es de 24 horas, sin visitas y con otros derechos restringidos.
En virtud de los nuevos planes de seguridad, el mandatario ordenó terminar con la separación que desde hace 15 años tenían los grupos de pandillas en los diferentes penales del país.
Ahora deben compartir las cárceles, aunque todavía permanecen en pabellones diferentes.
El Salvador se mantiene como uno de los países sin guerra más violentos del mundo.
En 2018, la nación centroamericana registró un promedio de 51 homicidios por cada 100 mil habitantes, en su mayoría atribuidos a las pandillas.
*Con información de AFP