Portugal se enfrentaba este fin de semana a un gran incendio que se declaró el sábado en una región montañosa del país.
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Más de mil bomberos, con el apoyo de aviones y helicópteros, luchaban este domingo contra las llamas, que de momento habían dejado ocho heridos en la región de Castelo Branco.
Entre los lesionados hay un civil, quien fue trasladado a Lisboa, 200 kilómetros al sur, en estado grave.
Los otros heridos eran bomberos y rescatistas, según la AFP.
Tres de los siete bomberos heridos, ninguno de gravedad, resultaron lesionados por un choque entre dos vehículos de socorro.
La región afectada por las llamas es la misma donde, en 2017, otro fuego mató a un centenar de personas.
Luchan contra el incendio
Hacia las 09:30 (hora local), más de 1 mil 100 bomberos y 340 vehículos participaban en la extinción del fuego, indicó protección civil en su web.
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Una gran parte de este dispositivo estaba concentrada en un incendio cerca de la localidad de Vila de Rei, donde trabajan 760 bomberos, 230 vehículos y 11 medios aéreos.
"Teniendo en cuenta la dificultad del terreno no logramos controlar el incendio de Vila de Rei pero solo limitarlo al 60 %, a pesar de que hay menos viento", dijo el comandante de protección civil para la región centro, Luis Belo Costa, en una rueda de prensa.
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Otros dos incendios empezaron el sábado, pero pudieron ser controlados durante la noche.
Cinco regiones del centro y el sur de Portugal estaban este domingo en alerta por riesgo de incendio a causa de la sequía y del viento.
En tanto, en declaraciones citadas por el diario Público, el ministro de Interior de Portugal, Eduardo Cabrita, añadió que las autoridades locales ya están investigando las "extrañas circunstancias" que rodean la aparición de los fuegos, "cinco de ellos con solo minutos de diferencia".
*Con información de AFP
