El presidente Donald Trump pronunció la mañana de este lunes un mensaje dirigido a la nación, tras los tiroteos que el fin de semana dejaron 29 muertos y pusieron de luto a Estados Unidos.
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Tras recibir una ola de críticas por alimentar las tensiones en el país con su retórica incendiaria, el mandatario optó por un discurso conciliador, en el que condenó la violencia en todas sus formas y urgió a ambos partidos a encontrar soluciones para prevenir estos ataques.
Desde la Casa Blanca, el mandatario también fue contundente al decir que ha instruido al Departamento de Estado a asegurar que aquellos que cometan crímenes de odio y asesinatos en masa sean castigados con la pena de muerte.
Trump también afirmó que Internet se ha convertido en un "peligroso camino para radicalizar mentes" e hizo un llamado a no pasar por alto "los peligros de Internet y de las redes sociales".
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El mandatario incluso lanzó una crítica a los videojuegos, algunos de los cuales, según él, contribuyen a la "glorificación de la violencia en la sociedad".
Asimismo, pidió a todos los estadounidenses que condenen el supremacismo blanco y el fanatismo. "Estas ideologías siniestras deben ser derrotadas".
Lamenta pérdidas humanas
En su mensaje, Trump también aprovechó para enviar sus condolencias a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por la muerte de ciudadanos de ese país en el tiroteo del sábado en El Paso, Texas.
López Obrador confirmó el domingo que seis connacionales murieron en el ataque perpetrado por un hombre de 21 años en un supermercado de la cadena Walmart. En total, 20 personas perdieron la vida y decenas más resultaron heridas en ese incidente.
Asimismo, Trump dijo que el país está "hastiado" de tanta "maldad, crueldad, odio y derramamiento de sangre", y dijo que tanto él como la primera dama se encuentran cerca de las familias de las víctimas.
"Nos comprometemos a actuar de manera urgente (…) nuestra nación debe condenar con una sola voz el racismo. El odio no tiene cabida en Estados Unidos".
El mandatario también apuntó la necesidad de reformar las leyes de salud mental para identificar así a aquellos individuos "perturbado" que pudieran cometer actos violentos. "Las enfermedades mentales y el odio son los que tiran del gatillo", dijo.
El fin de semana, una serie de tiroteos ocurridos en El Paso, Texas; Dayton, Ohio, y Chicago, dejaron al menos 29 muertos y decenas de heridos, en sangriento fin de semana que volvió a encender las alarmas sobre la violencia con armas de fuego en el país.
El domingo, Trump ya se había pronunciado diciendo que "no hay lugar para el odio" en Estados Unidos.
Con los recientes ataques, Estados Unidos ha sido escenario de más de 250 tiroteos masivos, según la ONG Gun Violence Archive.
