A medida que se acerca a la costa este de Estados Unidos, tanto Carolina del Sur como Carolina del Norte comenzaron a sentir las fuertes lluvias y los vientos traídos por el poderoso huracán Dorian.
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Zonas céntricas de Charleston, ciudad costera de Carolina del Sur, se inundaron, obligando a algunas personas a movilizarse por las calles con ayuda de kayaks.
Decenas de rutas estaban bloqueadas ante el pronóstico de hasta 50 centímetros de lluvia e inundaciones repentinas.
Cientos de miles de personas en las Carolinas, Georgia y otros lugares estaban bajo órdenes de evacuación.
En Bahamas, archipiélago ubicado entre Florida, Cuba y Haití, en el Caribe, el huracán dejó al menos 20 muertos y una "devastación sin precedentes", según palabras del propio primer ministro local, Hubert Minnis.
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El presidente estadounidense, Donald Trump, habló por teléfono con Minnis y prometió la asistencia de su país, dijo la Casa Blanca.
"Una gran parte de las Bahamas fue golpeada de una manera que poca gente había visto", declaró Trump. "Necesitan mucha ayuda".
"Suerte en Florida"
El estado de Florida, por su lado, salió en gran medida ileso al paso de Dorian.
"Tuvimos suerte en Florida. Mucha, mucha suerte de hecho", dijo Trump.
No obstante, el NHC advirtió que durante los próximos días se espera una marejada ciclónica potencialmente mortal, con importantes inundaciones en amplias zonas de las costas del sureste del país.
*Video de AFP
Contrarreloj
En Bahamas, la Guardia Costera estadounidense dijo que había rescatado a 61 personas, incluidos 19 pacientes heridos de la clínica Marsh Harbour, de la isla de gran Ábaco, que el martes fueron trasladados a Nassau.
USAID, la agencia de ayuda de Estados Unidos, dijo que estaba enviando desde Miami suministros como láminas de plástico para refugios, kits de higiene y agua.
Por su parte, el secretario británico de Desarrollo Internacional, Alok Sharma, recordó que "el reloj está corriendo para ayudar" a las víctimas del huracán.
*Con información de AFP