El presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, se reunió este jueves con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, en Washington.
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En dicha reunión, según La Voz de América, Giammattei habría manifestado a Pompeo que no está de acuerdo con el acuerdo migratorio firmado entre ambos países.
Asimismo, el mandatario electo solicitó al secretario de Estado que su futuro gabinete sea incluido, en papel de observador, en las conversaciones entre el gobierno del presidente saliente Jimmy Morales y el país norteamericano.
De acuerdo con Giammattei, ganador de la segunda vuelta electoral celebrada el pasado 11 de agosto, Morales aún no le ha entregado el texto del acuerdo que se podría convertir a Guatemala en un "tercer país seguro".
"Hemos insistido que el (actual) Gobierno de Guatemala, hasta el día de hoy, no nos ha entregado ningún acuerdo (….) y por lo tanto seguimos con una reserva al no conocer las cosas", dijo Giammattei a periodistas a la salida de la reunión.
Ante esta situación, según medios internacionales, Pompeo se habría comprometido a presionar a Morales para que le entregue el texto.
En un tuit previo, publicado durante la mañana del jueves, Giammattei se refirió a los temas tratados durante su primera jornada de trabajo en Washington, a donde llegó el martes.
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"Ayer tuvimos la primera jornada de trabajo en el Departamento de Estado para hablar de democracia, derechos humanos, trabajo, seguridad y lucha contra la corrupción. Muy buenos resultados y ahora en camino a reunirme con Mike Pompeo", escribió.
Acuerdo no es de "tercer país seguro", según Jovel
A principios de agosto, la canciller guatemalteca, Sandra Jovel, reiteró en una citación en el Congreso que el convenio firmado con Estados Unidos no es de "tercer país seguro", y aclaró que este aplica solo para ciudadanos salvadoreños y hondureños.
"No es un tercer país seguro, es mentira que habrán campos de concentración pues los que vendrán son hermanos salvadoreños y hondureños", manifestó entonces.
De implementarse, el acuerdo obligaría a los migrantes provenientes de El Salvador y Honduras a pedir asilo en territorio guatemalteco en lugar de en suelo estadounidense.