El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunció enconadamente este viernes las filtraciones lanzadas por un miembro de los servicios de inteligencia sobre una supuesta promesa hecha por el mandatario a un misterioso líder extranjero, desestimándolas como "ridículas".
La disputa por las acusaciones desató una tensa pugna con al Congreso, ya que los líderes demócratas exigen tener acceso a los documentos y hasta ahora la administración se ha negado.
"Es ridículo", dijo a los periodistas afirmando que la filtración es "partidista", desestimando las acusaciones y afirmando que se trata de "otro desastre de los medios".
Según los medios estadounidenses, las denuncias se centran en un intercambio con un líder de Ucrania.
"Lo que puedo decir es que fue una conversación totalmente apropiada", dijo el presidente estadounidense, que durante la mañana reiteró sus afirmaciones del jueves de que "no hubo nada malo".
En Twitter, Trump acusó a sus opositores demócratas y a los medios de atacarlo.
"Ellos creen que tuve una conversación riesgosa con un cierto líder extranjero", pero afirmó que esto sólo se basa en una filtración "muy parcial".
El jueves Trump también negó cualquier problema en torno a la llamada, pero en Estados Unidos crece la tormenta política por el rechazo del Director Nacional de Inteligencia a entregarle al Congreso el informe de la filtración.
El diario The Washington Post informó este viernes citando a dos exfuncionarios no identificados que la llamada denunciada por el funcionario tenía como destinatario alguien en Ucrania y que durante la conversación Trump hizo una "promesa" de algún tipo.