El príncipe Harry, su esposa Meghan y su bebé Archie, de cuatro meses, emprendieron este lunes en África austral su primera visita oficial en familia desde el nacimiento del niño.
El duque y la duquesa de Sussex comenzarán su viaje de diez días en la sudafricana Ciudad del Cabo (sudoeste), un destino popular entre los turistas por sus inmensas playas y viñedos pero golpeado por la violencia de las pandillas.
Para algunos en Sudáfrica, la presencia de Meghan – una estadounidense mestiza descendiente de esclavos del lado de su madre– podría hacer de esta visita un acontecimiento particularmente especial.
"Nuestra familia va a realizar su primer viaje oficial en África, una región del mundo que, durante las dos últimas décadas, ha sido mi segunda casa", escribió recientemente Harry en su cuenta de Instagram.
"Estoy ansioso por hacer descubrir Sudáfrica a mi esposa y a mi hijo", agregó.
El momento culminante de su estadía en Ciudad del Cabo será el encuentro el miércoles con el premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, una de las personalidades ineludibles de la lucha contra el apartheid y amigo cercano del primer presidente sudafricano negro, Nelson Mandela.
Harry se queda solo
A partir del jueves, el príncipe seguirá en solitario su gira por Botsuana, Angola y Malaui. Su esposa se quedará con Archie en Sudáfrica para asistir a otros compromisos.
En Botsuana, donde viven un tercio de los elefantes salvajes del continente, Harry se interesará por la protección de la fauna.
El país, famoso por sus safaris de lujo, es también un lugar querido por la joven pareja. En 2016, "logré persuadirla [a Meghan] de venir a encontrarme en Botsuana. Y acampamos bajo las estrellas", contó Enrique a la BBC, cuando formalizaron su compromiso.
El príncipe viajará a Angola, donde seguirá los pasos de su madre Diana, que se había comprometido contra las minas antipersonales durante un viaje a ese país en 1997, meses antes de su trágico accidente automovilístico en París.
El príncipe Harry tenía entonces 12 años, su hermano mayor William, segundo en el orden de sucesión al trono, 15.
En Angola, el príncipe Harry, de 35 años de edad, tiene previsto visitar un programa de retirada de minas en Huambo (centrooeste) y un hospital ortopédico.
Durante los 27 años de la guerra civil (1975-2002) se sembraron más de un millón de minas antipersonales en ese país.
Lucha contra la caza ilegal
Tras una entrevista con el presidente de Angola, Joao Lourenço, el 28 de septiembre, el príncipe Harry continuará su gira por Malaui para visitar programas de salud y de lucha contra la caza furtiva.
El duque y la duquesa de Sussex concluirán su gira el 2 de octubre en Sudáfrica para encontrarse con Graça Machel, la viuda de Nelson Mandela, y con el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa.
Tres de los cuatro países visitados por Harry –África del Sur, Botsuana y Malawi– son miembros de la Mancomunidad de Naciones.
Angola, un país de habla portuguesa, es candidato para unirse a la organización que reagrupa a 53 países excolonizados por Reino Unido.
Después de casarse en mayo de 2018, Harry y Meghan, que habían hecho un viaje oficial al Pacífico el año pasado, mantuvieron un perfil bajo tras el nacimiento de su hijo en mayo pasado, preocupados por preservar su vida privada.
Las fotos de Archie, séptimo en el orden de sucesión al trono británico, son muy raras. Los fotógrafos estarán tras el retrato familiar en suelo africano.
Harry y Meghan fueron señalados recientemente por haber hecho viajes en avión privado y ordenar trabajos costosos, de alrededor de 2,7 millones de euros (tres millones de dólares), en su nueva residencia, a expensas de los contribuyentes.
Según la revista Vogue, tomarán un avión de línea a Sudáfrica.