El Ministerio Público (MP) señaló que el exministro de Salud, Jorge Villavicencio, solo era una “pieza clave” en las acciones de corrupción que se realizaban en la cartera que dirigía.
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Quienes serían los lideres de la estructura criminal que se investiga en el caso “Asalto al Ministerio de Salud” serían el exdiputado Luis Fernando Pérez y Saraí Villavicencio, hija del exfuncionario, quien permanece prófuga.
La Fiscalía busca que los sospechosos en el referido caso sean ligados a proceso y este jueves 7 de noviembre se solicitó al Juzgado de Mayor Riesgo D que se ordene que los involucrados enfrenten a la justicia.
Hechos ilícitos
Según el pronunciamiento del órgano encargado de la persecución penal, la estructura operó durante el gobierno del desaparecido Partido Patriota (PP).
En esa época el abogado Jorge Estuardo Estévez Cabrera, quien figura como colaborador eficaz, habría tenido mucha influencia en la cartera de Salud.
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De esa cuenta, el profesional del derecho tuvo relación con la hija de Villavicencio, Pérez y otras personas vinculadas a la red delictiva.
Todo consta en las declaraciones que Estévez Cabrera dio al MP, en las cuales se detalló que los presuntos jefes de la red conocieron que Villavicencio sería nombrado como encargado del referido ministerio y decidieron ampliar sus actividades ilícitas.
Estructura organizada
“Vale la pena comparar (lo que pasaba en el Ministerio de Salud) con una mara, porque allí todo está organizado”, detalló la fiscal encargada del caso.
Según el colaborador eficaz, la hija de Villavicencio ejercía “mucha influencia” en la referida cartera y entabló una “fuerte” amistad con Pérez, razón por la cual ambos podían hacer que el ministro respondiera a los intereses de ellos.
La investigación del caso inició durante el desarrollo de otra pesquisa en ese ministerio, y cuando el órgano encargado de la persecución penal comenzó a requerir información oficial de esa dependencia del Organismo Ejecutivo, también empezó a recibir solicitudes de trabajadores de la cartera y diferentes personas para conocer de las diligencias.
Asimismo, se plantearon peticiones para escuchar a personas que consideraban que eran investigadas. Se detalló que en esa época las pesquisas se encontraban bajo reserva judicial, por lo cual se desconocía cómo hubo varios interesados en apersonarse.
Además, las solicitudes de información que hacía el MP eran respondidas de manera incompleta o con datos no pedidos.
“Nadie que es empleado del Ministerio de Salud quiere trabajar allí porque tienen muchos hallazgos”, afirmó la fiscal.
