El presidente Evo Morales convocó este domingo a nuevas elecciones en Bolivia, luego de que una misión de auditoría de la OEA detectara numerosas "irregularidades" en la primera vuelta realizada el pasado 20 de octubre.
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El gobernante indígena hizo el anuncio poco después de que la Secretaría General de la OEA pidiera anular la primera vuelta (en la que Morales fue reelegido bajo denuncias de fraude por parte de la oposición).
"He decidido renovar la totalidad de vocales del tribunal supremo electoral".
Morales habló por televisión, en un mensaje en el que indicó que va a "convocar a nuevas elecciones nacionales, que mediante el voto, permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a nuevas autoridades".
El mandatario izquierdista, quien no aclaró si será nuevamente candidato y no estableció fecha para los nuevos comicios, tomó la decisión tras el lapidario informe de la OEA, y mientras la tensión escala en el país.
"La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente, efectuándose la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral", denunció la OEA en un comunicado.
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"Irregularidades"
El secretario general de la organización, Luis Almagro, hizo este pedido en virtud del informe técnico preliminar preparado por una misión que auditó los comicios bolivianos y encontró "irregularidades", cuestionando la "integridad" del escrutinio.
"En los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección", dice el informe.
Morales, en el poder desde 2006, había ganado un cuarto mandato en la primera vuelta al obtener 47.08 % de los votos, y superar por más de diez puntos al centrista Carlos Mesa (36.51 %).
Sin embargo, la oposición denunció un fraude y se volcó a las calles a exigir su renuncia y nuevos comicios, con un órgano electoral autónomo, y sin él como candidato.
"Manipulaciones de magnitud"
Las protestas, que estallaron al día siguiente de los comicios, comenzaron en la región oriental de Santa Cruz, la más rica de Bolivia, pero se fueron extendiendo a otras ciudades, incluida La Paz, con un saldo de tres muertos y más de 250 heridos.
Los paros han causado pérdidas por unos 12 millones de dólares al día, según cifras oficiales, y el sábado fueron incendiadas las casas de dos gobernadores regionales oficialistas, así como la de Ester Morales, hermana mayor del presidente, en la región sureña de Oruro.
El informe de la OEA consigna que "las manipulaciones al sistema informático son de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave".
"Teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo. Sin embargo, resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para evitar una segunda vuelta".
La oposición se había opuesto a la auditoría de la OEA porque pensaba que se trataba de una treta de Morales para ganar tiempo.
*Con información de AFP