A condiciones de trabajo y de vida abusivas, a esclavitud, engaño y acoso psicológico fueron sometidos 11 guatemaltecos en Canadá.
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Todos llegaron a ese país con el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (TFWP, por sus siglas en inglés), según la Asociación de Abogados y Notarios Mayas (Nim Ajpu).
Ocho de ellos se emplearon en una granja avícola, en la que supuestamente les pagarían C$13.50 la hora; sin embargo, les modificaron su contrato a C$3 por “matar mil pollos”.
La situación los desesperó y llevó a escuchar la propuesta que les ofrecía un guatemalteco con nacionalidad canadiense, quien dirigía la empresa Placements Les Progrés.
“Confiaron en él porque les dijo que era de su país”, le contó uno de los connacionales a la investigadora Mylene Coderre.
El TFWP es un permiso cerrado, es decir solo para trabajar para un empleador, en este caso para la granja avícola.
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Acoso psicológico
El engaño de Placements Les Progrés empezó en mayo de 2015 cuando se prometió a los guatemaltecos restablecerles el permiso laboral a cambio de pagar C$3 mil 500.
Se les advirtió que de no hacerlo serían denunciados ante inmigración.
Los connacionales no tuvieron opción y fueron sometidos a actos ilegales, condiciones de trabajo abusivas, vigilancia excesiva e intromisión en sus vidas privadas, así como a insultos y amenazas de atacar su integridad física y la de sus familiares que viven en Jutiapa, San Marcos y Tecpán, en Chimaltenango.
“El empleador abusó de ellos al hacer que trabajaran para sus propios clientes y para su único interés sabiendo que no tenían un permiso de trabajo válido. Los trató como esclavos”, indicó Cristian Otzin, abogado de Nim Ajpu.
Detención y sentencia
Las violaciones a sus derechos humanos fueron denunciadas el 26 de octubre de 2016 luego de que fueran arrestados por no tener un permiso de trabajo válido.
La queja llegó a los tribunales y el 18 de octubre de 2019 el juez France Giroux reconoció que los 11 trabajadores guatemaltecos fueron víctimas de acoso psicológico por parte de su empleador.
El juzgador ordenó una indemnización entre C$5 mil y C$30 mil para cada connacional por daños morales, a pesar de que Placements Les Progrés se declaró en quiebra.
La investigadora Coderre le dio seguimiento al proceso e informó que uno de los guatemaltecos logró refugio en Canadá. Otros tres siguen trabajando en dicho país y los demás regresaron al territorio nacional.
“Los guatemaltecos que están bajo el TFWP solo hablan español, no conocen sus derechos ni obligaciones relacionados con su permiso de trabajo cerrado”, añadió Coderre.
