El sábado fue una jornada de exámenes médicos para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el hospital militar de Walter Reed, en la periferia de Washington.
Su última revisión médica anual la había realizado en febrero, pero según señaló la Presidencia, el actual inquilino de la Casa Blanca, de 73 años de edad, decidió esta vez anticiparla, en función del calendario electoral del próximo año.
"Previendo un año 2020 muy cargado, el presidente aprovechó un fin de semana calmo para emprender su visita médica anual a Walter Reed", dijo la portavoz de Trump, Stephanie Grisham.
El magnate republicano busca la reelección para un segundo mandato de cuatro años en los comicios generales de noviembre de 2020.
Tras la revisión de comienzos de año, Sean Conley, médico de la Casa Blanca, anunció que Trump medía 1.90 metros, pesaba 243 libras (unos 110 kilogramos), cuatro libras más que en el examen previo, y que su presión arterial se midió como 118/80.
Los resultados, además, mostraron que había aumentado su dosis diaria de rosuvastatina, un medicamento utilizado para tratar el colesterol alto, según señala CNN.
No obstante, el doctor dijo que el estado general de salud de Trump era "muy bueno".
Conely, quien también realizó y supervisó este nuevo examen, explicó que el mismo tomó "aproximadamente cuatro horas" y no requirió sedación ni anestesia.
"Genes increíblemente buenos"
En 2018, Ronny Jackson, que por entonces era el médico de la Casa Blanca, había anunciado, en una conferencia de prensa sorpresiva, que el mandatario tenía "genes increíblemente buenos".
"Está apto (Trump) para ejercer sus funciones. Creo que lo seguirá estando hasta el fin de su mandato e incluso hasta el fin de otro mandato si es reelecto", señaló, apartándose de la reserva habitual de los médicos militares.
*Con información de AFP