El papa Francisco recibió este domingo, en El Vaticano, a unas mil 500 personas, pobres y sin hogar, para compartir con ellas un almuerzo en el marco del día en el que la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de los Pobres.
Previo a la comida, el pontífice se pronunció para criticar la indiferencia de la sociedad ante los menos afortunados.
"Mis pensamientos van hacia aquellos (…) que promueven iniciativas de solidaridad para dar esperanzas concretas a los más desfavorecidos", dijo el Papa en la plaza San Pedro.
"He visto recientemente estadísticas sobre la pobreza. Ello nos hace sufrir, por la indiferencia de la sociedad frente a los pobres".
Francisco acogió luego a sus mil 500 invitados en la amplia sala Pablo VI, en El Vaticano.
El menú consistió en lasaña, pollo con champiñones y patatas, además de postre, fruta y café.
Homilía por la Jornada Mundial de los Pobres
"Gracias al Papa y gracias al Vaticano, por ayudar a tantas personas pobres (…)" afirmó Oscar, uno de los invitados, un lituano que lleva viviendo 13 años en Italia.
"Los pobres nos facilitan el acceso al Cielo. Ya desde ahora son el tesoro de la Iglesia. Nos muestran la riqueza que no se devalúa nunca, la que une la Tierra y el Cielo y por la que verdaderamente vale la pena vivir: el amor", escribió Francisco en Twitter, al compartir parte de la homilía del XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario.
"¡Qué hermoso sería si los pobres tuvieran en nuestro corazón el lugar que ocupan en el corazón de Dios!".
"Los pobres son preciosos a los ojos de Dios porque no hablan la lengua del yo; no se sostienen solos, con las propias fuerzas, necesitan alguien que los lleve de la mano. Nos recuerdan que el Evangelio se vive así, como mendigos que tienden hacia Dios. La presencia de los pobres nos lleva al clima del Evangelio, donde son bienaventurados los pobres en el espíritu", añade Francisco en la homilía.