El exdirector del FBI, James Comey, reconoció este domingo una "negligencia real" en el manejo de una orden para vigilar a un exasesor de campaña del presidente Donald Trump, con vínculos con Rusia.
Este asesor, Carter Page, estuvo en el foco de una investigación de seguridad nacional que el FBI abrió sobre la intromisión rusa en la campaña presidencial de 2016.
Pero Comey, quien ha defendido reiteradamente al FBI de los ataques de Trump, admitió en una entrevista con "Fox News Sunday" que Page había sido tratado injustamente, y que la orden del FBI para vigilarlo, que él mismo firmó, contenía "errores significativos".
"Hubo negligencia real, 17 cosas que deberían haber estado en las solicitudes o al menos deberían haber sido discutidas y calificadas de manera diferente. No era aceptable", dijo Comey, despedido por Trump en 2017.
El inspector general del FBI, Michael Horowitz, detalló los errores en un informe muy crítico la semana pasada.
Sin embargo, no encontró sesgos políticos en el manejo de la investigación por parte del FBI.
"El inspector general no encontró mala conducta del personal del FBI, no encontró prejuicios políticos, no encontró conducta ilegal", aclaró Comey.
Pero sí "encontró errores significativos, y eso no es algo para despreciar; es realmente importante", añadió.
"Fue tratado injustamente"
Horowitz se concentró en inexactitudes y omisiones en el pedido del FBI al tribunal especial de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) que maneja las solicitudes de vigilancia.
Entre sus críticas estaba la confianza del FBI en un informe no verificado, elaborado por un exagente de inteligencia británico, Christopher Steele, que llamó la atención sobre los esfuerzos rusos para infiltrarse en la campaña de Trump.
Horowitz descubrió que el tribunal no había sido informado de que ese expediente había sido pagado por los demócratas y, sin embargo, desempeñó un papel central para establecer una causa probable para obtener la orden.
Este domingo, Comey reconoció que, al renovar la orden de FISA tres veces más, el FBI debería haber informado al tribunal que había preguntas importantes sobre la veracidad de ese documento.
"Pero eso no lleva a la conclusión de que los informes de Steele son una mentira", agregó.
En cuanto a Page, el exdirector del FIB dijo que "fue tratado injustamente".
"Es ciudadano de Estados Unidos, y su nombre nunca debería haberse hecho público, eso es un ultraje", comentó.