Connotados líderes opositores comenzaron a retornar a Bolivia desde los países en los que estaban asilados o refugiados, tras la dimisión y exilio del expresidente Evo Morales.
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El exgobernador liberal del departamento de Tarija, Mario Cossío, volvió este lunes a su región, procedente de Paraguay, donde estuvo asilado desde 2011.
Cossío alegó persecución política de parte del gobierno de Morales, aunque este lo acusó en la justicia de corrupción administrativa en el ejercicio del cargo.
"Vengo a ejercer mi libertad, a reencontrarme con mi patria, con mi pueblo, con mi familia, a disfrutar de la libertad".
Otro gobernador, en este caso de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, también tiene prevista su vuelta a Bolivia el próximo mes, procedente de Estados Unidos, adelantó su vocero, Mauricio Muñoz.
Reyes Villa, un excapitán de Ejército, salió del país en 2009 y denunció varios juicios políticos en su contra, por los que en 2016 fue condenado a cinco años de cárcel debido a delitos como enriquecimiento ilícito.
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Núcleo opositor
Cossío y Reyes Villa formaron un fuerte núcleo opositor, junto al gobernador Rubén Costas (Santa Cruz) y a sus ex pares, Ernesto Suárez (Beni) y Leopoldo Fernández (Pando).
Paredes, Suárez y Fernández también soportaron juicios, impulsados por el gobierno de Morales, quien dimitió el mes pasado en medio de una fuerte convulsión social.
Fernández recuperó su libertad la semana pasada, mientras Suárez batalla por juicios en curso.
Según sus adversarios, durante su gestión, Morales, quien se asiló primero en México y luego en Argentina, persiguió a unos mil 400 bolivianos que se fueron al exilio, principalmente a Brasil, por razones políticas.