El sacerdote argentino Eduardo Lorenzo, acusado por abuso sexual infantil y bajo orden de arresto, fue hallado muerto en la sede de Cáritas, en La Plata, donde se alojaba.
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Sobre Lorenzo, de 60 años, pesaba una orden de arresto por abuso sexual de menores en al menos cinco casos, según consta en el expediente judicial.
Las víctimas, hoy adultos, relataron que el sacerdote entablaba con ellos una amistad y luego los violaba en la casa parroquial, en quintas que alquilaba para celebrar fiestas y en reuniones de grupos de scouts que él mismo coordinaba en La Plata, 60 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Según las denuncias de las víctimas, los hechos ocurrieron entre 1990 y 2008. Los afectados, todos hombres, tenían entre 13 y 15 años al momento de los supuestos abusos.
Habían ordenado su arresto
El sacerdote fue hallado muerto el lunes por la tarde, herido de un disparo.
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Junto a su cuerpo se encontró un arma de fuego, según el parte policial.
Pocas horas antes de hallarlo sin vida, la justicia argentina había ordenado su arresto por la causa iniciada en 2019.
El cura ya había sido denunciado en 2008, pero en ese momento la causa se archivó por falta de pruebas.
Lorenzo, por su parte, clamaba su inocencia y atribuyó las denuncias a una "campaña de difamación".
No obstante, según las pericias psicológicas forenses que constan en la causa, Lorenzo presentaba "rasgos psicopáticos, perversos, narcisistas y obsesivos".
Era excapellán del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el arzobispado de La Plata, capital de la provincia argentina de Buenos Aires, había resuelto licenciarlo en el ejercicio del servicio religioso.
*Con información de AFP
