El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. confirmó que esa nación enviará a mexicanos a Guatemala.
Lo anterior se hará en el marco del Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) que entró en vigencia el 21 de noviembre de 2019. ¿Qué ocurrirá?
"Decisión de Giammattei"
El ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, dijo que será la administración del presidente electo, Alejandro Giammattei, la que decida si Estados Unidos podrá enviar a los mexicanos solicitantes de asilo al país.
Según el funcionario, no se busca dejar comprometido al próximo gobierno, sino “darle toda la libertad para que decida si quiere o no implementar esta adenda” en el ACA, el cual se firmó en julio del año pasado.
México, en desacuerdo
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México manifestó no estar de acuerdo con la medida de Estados Unidos y calculó que podría afectar a unos 900 mexicanos a partir del próximo mes.
“El Gobierno de México, en conjunto con autoridades a nivel estatal y local, trabajará para ofrecer mejores opciones a las y los mexicanos que pudieran ser afectados por esta disposición”, señaló el comunicado de prensa que difundió el lunes 6 de enero.
Masivas transferencias
Hasta ahora, el ACA permite solo el envío de ciudadanos salvadoreños y hondureños al país.
Se ha informado que todos pueden decidir si se quedan dentro del territorio nacional a la espera de una respuesta de EE. UU. por la solicitud de asilo o regresar voluntariamente a su nación.
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) dio a conocer que el 7 de enero fueron transferidos 12 centroamericanos, entre ellos cuatro niñas y tres niños.
Todos fueron atendidos por las organizaciones sociales Refugio de la Niñez y la Casa del Migrante.
Harán nuevo intento
El lunes llegaron 33 centroamericanos al país, el mayor número desde que entró en vigencia el ACA.
El padre Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante, informó que 25 de ellos decidieron regresar voluntariamente a sus naciones. Otros siete volverán a buscar el “sueño americano” y uno más se quedará en el territorio nacional para solicitar asilo.
“En Texas nos dijeron que nos enviarían a Honduras, pero la sorpresa fue que llegamos a Guatemala”, dijo uno de ellos.
Entrevista
Claudia Samayoa, de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos (Udefegua).
- El ministro Degenhart dijo que el gobierno entrante deberá decidir sobre la llegada de mexicanos al país, ¿cuál es su opinión?
No doy por hecho su declaración. Hay mucha confusión y se generan más dudas sobre la validez del acuerdo migratorio porque Estados Unidos nunca anunciará algo que no esté en firme. Preocupa que Degenhart diga esto cuando estamos a días de la transición de gobierno y el presidente estadounidense Donald Trump quiera presionar nuevamente.
- Hay centroamericanos que aceptaron regresar a sus países, pero se sorprendieron al llegar a Guatemala, ¿los están engañando?
Les están mintiendo, además violan los tratados internacionales porque la deportación debe ser al país de origen y no a un tercer país a menos que sea a solicitud de las personas, por lo tanto es una mentira, un juego engañoso. Hay hondureños y salvadoreños que están incurriendo en gastos al quedarse en Guatemala esperando una respuesta de EE. UU. y otros en regresar a sus países.
- ¿Qué podríamos esperar del gobierno de Giammattei sobre este acuerdo de cooperación de asilo?
Giammattei ha tenido objeciones públicas, por lo tanto esperaría que logre aclarar y definir si el acuerdo se mantiene o regulariza. Guatemala no es país seguro para proteger a los solicitantes de asilo, es un país de expulsión. El proceso debería parar; sin embargo, con la situación geopolítica tendrán que buscar la forma, ya que Trump ve el tema como campaña electoral. Desde que asumió como mandatario se han aumentado los ataques en contra de los latinos.
- ¿Debería ser esta una prioridad del presidente electo?
El tema migratorio es una prioridad, especialmente por nuestros propios ciudadanos que están abandonando sus hogares y viviendo una situación similar del lado mexicano. Como mínimo se debe garantizar el cuido y la humanidad de las personas en tránsito.