El miércoles 15 de enero se llevó a cabo el Quinto Te Deum Cristiano Evangélico con la finalidad de orar y bendecir al binomio presidencial conformado por el presidente Alejandro Giammattei y el vicepresidente Guillermo Castillo.
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Dicha actividad religioso se llevó a cabo en la Megafrater de Ciudad San Cristóbal y fue celebrada por el pastor Jorge H. López.
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"Honradez e integridad"
El pastor inició su alocución agradeciendo la puntualidad del binomio presidencial.
La puntualidad es una de las características de un país desarrollado; y aquí en la Fráter nuestra cultura es la puntualidad", indicó.
López dijo que se trataba del quinto servicio cristiano evangélico que se realiza en cumplimiento bíblico de la Primera Carta a Timoteo, capítulo 2, versículos del 1 al 4, que recomiendan que se hagan plegarias, oraciones, suplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes.
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"Usted señor presidente no está solo. Cuenta con cada uno de nosotros, estamos listos para respaldarlo con nuestras oraciones, en nuestras casas y congregaciones", indicó el pastor al finalizar su mensaje.
Por otra parte, Jorge H. López realizó la oración hacia los nuevos gobernantes imponiendo su mano sobre el presidente Giammattei.
Giammattei cuenta testimonio
Al momento de su disertación, el presidente Alejandro Giammattei contó su testimonio de vida.
Yo tomé una decisión muy difícil cuando en octubre de 1979 me dijeron que me quedaba un año de vida", indicó.
Para entonces, el presidente indicó que tomó una decisión muy difícil ya que trató de matarse. "Porque era un joven de 23 años que había soñado toda su vida con ser médico", aseguró.
Giammattei indica que cuando tomó esa fatídica decisión estaba en el último año de su carrera y solamente le faltaban unos cuantos meses para graduarse.
Yo quería ser médico porque quería hacer cirugía de emergencias; me gusta salvar vidas. Según yo, esa era mi misión", asegura.
Giammatei indicó que había tomado la decisión de quitarse la vida porque "ya no valía la pena vivir". Sin embargo, "Dios no lo permitió", asegura.
No recuerdo 8 o 10 días de mi vida porque se perdieron mientras estaba enchufado en el intensivo de un hospital en Estados Unidos", añade.
"Lección de vida"
El presidente Giammattei continuó relatando que luego de haber regresado a Guatemala llegó "un hombre al que siempre admiré muchísimo, mi tío abuelo, hermano de mi mamá, el licenciado Eduardo Cáceres Lenhoff, ex vicepresidente de la República", quien murió después quemado en la Embajada de España.
Según el mandatario, su tío abuelo le dio "la mejor lección de su vida":
"Él llegó y me dijo: patojo cómo sos de bruto, cómo haces eso. Mire tío, si yo siempre he sido bueno, ¿por qué estoy así? Si yo no lo he hecho daño a la gente, ¿por qué estoy así? ¿Por qué me dicen que me voy a morir si yo jamás he hecho nada contra nadie. Y él me dio la mejor lección de mi vida, me dijo: Patojo, no preguntés por qué, preguntá para qué".