Por segundo día consecutivo, fuertes precipitaciones en Australia cayeron este viernes dando un respiro a los exhaustos bomberos que luchan contra los incendios que han devastado el sudeste de ese país.
Las más intensas lluvias en diez años cayeron hace pocas horas en algunas de las regiones situadas cerca de los incendios más importantes, una "excelente noticia" según el servicio rural de lucha contra los incendios de Nueva Gales del sur.
Sin embargo, una treintena de incendios seguían fuera de control. Además, decenas de fuegos también estaban activos en el vecino estado de Victoria.
La lluvia no cayó en la isla Canguro, un verdadero santuario para una fauna y flora de excepción, situada al sur, frente a las costas de Adelaida, que ha sido afectado.
La llamas devastaron el parque nacional de esta isla, matando a gran parte de la población de los koalas y amenazando con erradicar completamente algunas especies de aves y marsupiales. No obstante, la perspectiva de un clima más húmedo en el este y sur de Australia en los próximos días dejaba entrever una clara mejora.
Koalas rescatados de la lluvia
Gran parte de los animales afectados han tenido sus hábitats destruidos, por lo que los expertos advierten contra el riesgo de extinción de algunas especies.
Los célebres koalas concentraron gran parte de la atención mundial, y las fotos de estos animales salvados de las llamas dieron la vuelta al mundo.
Pero este viernes por la mañana, algunos koalas y otros animales del parque de reptiles de Australia, en el litoral este de Nueva Gales del sur, tuvieron que ser rescatados de las aguas.
"Es increíble, la semana pasada teníamos reuniones diarias sobre el peligro inminente de los incendios" declaró el director del parque, Tim Faulkner.
"Hoy, todo el equipo está en el terreno, empapado, luchando para poner a salvo a los animales y proteger el parque contra el agua. No hemos tenido semejantes inundaciones en el parque en 15 años", afirma.
Estas lluvias torrenciales son un arma de doble filo.
En efecto el agua puede complicar la intervención de los camiones de bomberos, obligados a aventurarse en caminos embarrados, según advirtieron las autoridades.
Desde el inicio de los incendios, una zona de 100.000 kilómetros cuadrados –mayor que la superficie de Corea del Sur– ha quedado devastada por el fuego.
La inmensidad de esta destrucción es uno de los catastróficos ejemplos del cambio climático, al que el planeta se enfrenta de forma cada vez más frecuente, según los científicos.
Devastación por incendios
Los incendios iniciados en septiembre, sin precedentes por su magnitud y duración, han dejado 28 muertos, destruido centenares de viviendas y causado también la muerte de más de 1.000 millones de animales.
Además, Australia perderá miles de millones de dólares en ingresos por turismo, ya que numerosos visitantes extranjeros han cancelado sus viajes a este país debido a los fuegos.
El número de turistas ha caído entre 10 y 20% desde el inicio de los incendios, con un coste para le economía de 4.500 millones de dólares australianos (USD 3.000 millones) según el Consejo Australiano de Exportación de Turismo (ATEC).
La temporada de incendios en Australia se vio agravada por el clima particularmente caluroso y la ausencia de lluvia en los últimos meses sobre esta inmensa isla-continente, debido al cambio climático.