Setenta y cinco años después de la liberación de Auschwitz, los supervivientes del Holocausto se reunieron este lunes en el sur de Polonia para honrar a los más de 1.1 millones de víctimas, principalmente judíos.
Más de 200 supervivientes, procedentes de todas partes del mundo, se congregaron en el lugar del antiguo campo nazi de Auschwitz para compartir sus testimonios que, a la luz de la reciente ola de ataques antisemitas a ambos lados del Atlántico, vienen a ser una advertencia.
"Queremos que la próxima generación sepa lo que hemos vivido, y que nunca se repita", declaró el domingo David Marks, de 93 años, superviviente del Holocausto.
No es política
Los organizadores quieren que la ceremonia conmemorativa del lunes se centre en lo que los supervivientes tienen que decir, en vez de en las disputas políticas que empañaron los preparativos del aniversario.
"Se trata de supervivientes, no de política", declaró Ronald Lauder, jefe del Congreso Judío Mundial, tras llegar al lugar que albergaba el antiguo campo de concentración, transformado en un monumento y museo administrado por Polonia.
"Observamos un aumento del antisemitismo y no queremos que su pasado (el de los supervivientes) sea el futuro de sus hijos o de sus nietos", insistió.
Representantes de la realeza, jefes de Estado y de gobierno de casi 60 países asistieron a la ceremonia, pero en ausencia de los líderes de las grandes potencias.
Auschwitz-Birkenau, el campo de concentración nazi más grande y mortal de todos, es el único que se ha conservado.
Creado y administrado por los nazis alemanes desde 1940 hasta 1945, Auschwitz formó parte de una red de campos en Europa, puesta en marcha como parte de la "Solución final" de Adolf Hitler, para el genocidio de unos 10 millones de judíos europeos.
*Con información de AFP