Nueve personas murieron después de dos tiroteos contra dos bares en Hanau, a las afueras de Fráncfort, en el oeste de Alemania.
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El sospechoso abrió fuego cerca de las 10 de la noche del pasado miércoles 19 de febrero en un shisha bar, un local de comida oriental donde las personas pueden fumar pipa, del centro de la ciudad.
Posteriormente se desplazó en auto y disparó en otro de estos recintos a unos 2,5 kilómetros de distancia. Es un ataque cuya investigación asumió la Fiscalía antiterrorista del país.
Desde el Ministerio del Interior del estado de Hesse señalaron que había "motivos xenófobos", mientras que reportes de fuentes de seguridad aseguran que habría una carta de confesión.
El presunto atacante fue hallado muerto en su casa, en donde la Policía cree que se suicidó. Junto a él también apareció sin vida su madre de 72 años.
El sospechoso tenía 43 años y según el ministro del Interior de Hesse, Peter Beuth, tenía permiso para portar armas y era un tirador de caza.
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Desde el Ministerio de Exteriores de Turquía están trabajando con el consulado de Fráncfort y la embajada en Berlín para obtener más información sobre el ataque porque se cree que algunas de las víctimas eran de origen turco.
Racismo
La Policía está investigando un video que el presunto atacante habría publicado hace unos días, de acuerdo con la agencia DPA. En esas imágenes, que aún no han sido verificadas, el sujeto habla de una teoría de conspiración sobre los abusos sexuales en Estados Unidos.
Una persona con el mismo nombre que se muestra en ese video aparece en el registro de una página web que también está siendo analizada. "El análisis inicial de la página del sospechoso apunta a motivos xenófobos", dijo el ministro Beuth.
A la espera de conocer los motivos de este trágico episodio, a las autoridades alemanas les preocupan los ataques perpetrados por radicales de extrema derecha.