Cuando el coronavirus se volvió un problema a nivel mundial, muchas personas estaban esperando a que se pudiera desarrollar una vacuna de manera rápida y eficaz. El problema es que el entretenimiento nos ha contaminado tanto que pensamos que es un proceso que toma a lo mucho un par de minutos, pero no es para nada el caso.
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De acuerdo al sitio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), crear una vacuna lleva ciertos procesos importantes que se deben seguir cuidadosamente y acelerar el proceso no solamente es imposible en la mayoría de los pasos, sino que sería peligroso intentar hacerlo.
El proceso
Para empezar, la creación de una vacuna comienza con la identificación misma del virus en cuestión, por lo que el tiempo comienza a correr desde ahí: ¿Qué clase de virus es? ¿Hay algo similar? ¿Es nuevo? ¿Es una mutación? Todo se responde ahí.
Lo segundo en la lista es obtener la “cepa vacunal”, que es el primer paso hacia la creación de una vacuna. Después de eso se debe verificar y ponerlo a prueba.
De ahí se deben preparar los reactivos y probar la vacuna. Después se deberá comenzar a crear un proceso de producción, el cual comienza buscando la manera óptima de multiplicar el virus vacunal.
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Posteriormente, se crea una vacuna a granel en la que se le inyecta el virus a más de mil huevos de gallina fecundados y se dejan durante unos 3 días, para después extraer la clara de los huevos, las cuales tienen ya millones de virus vacunales.
Eventualmente, se llevará al control de calidad y después de eso la vacuna será envasada, después se liberará la vacuna. Pero antes de que salga al mercado, esta debe pasar por estudios clínicos de cada país para su aprobación.
El tiempo aproximado de todo este proceso es de un año con dos semanas, aproximadamente. Eso es lo que tarda una vacuna en crearse y estar en el mercado.
* Con información de Miguel Bravo.
