Chile fue el último de varios países en América Latina en decretar un toque de queda nocturno para enfrentar la pandemia del coronavirus, sumándose a Ecuador, Bolivia y Perú, mientras un nuevo motín en la región, en Colombia, dejó 23 muertos.
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El toque de queda en Chile tendrá vigor "en todo el territorio nacional desde las 22:00 hasta las 5:00 (locales) del día siguiente", anunció el domingo Jaime Mañalich, ministro de salud del país, que suma 632 casos confirmados y un muerto.
Ecuador implementó una medida similar el martes, y el viernes se sumó República Dominicana.
Más radical, Guatemala inicia un toque de queda este domingo, que va de las 16:00 hasta las 04:00 horas (locales) del día siguiente.
Bolivia, Argentina, El Salvador y Paraguay han optado por la cuarentena total de su población.
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Hasta este domingo, la pandemia se había cobrado más de 14 mil vidas y había dejado al menos 300 mil contagiados en todo el planeta.
Los gobiernos de la región tratan de aumentar las formas de resistencia a la COVID-19, que comienza a extenderse por el continente americano luego de causar estragos en Asia y Europa.
Cuarentena obligatoria
Tras decretar el aislamiento obligatorio, el gobierno boliviano lamentó el domingo la persistencia de focos de resistencia a la medida.
"No nos alcanza con 98 % de inamovilidad. Vamos a derrotar al coronavirus solo con el 100 %", remarcó el ministro de Defensa, Luis Fernando López.
Además, el país aplazó indefinidamente las elecciones generales previstas para el 3 de mayo.
Por su parte, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, también ordenó una cuarentena domiciliaria obligatoria por 30 días.
Buenos Aires y la mayoría de las ciudades argentinas lucían desoladas el fin de semana, como efecto de la cuarentena obligatoria ordenada por el presidente Alberto Fernández para enfrentar la crisis, en un país que registra 225 contagiados, de los cuales cuatro han fallecido.
Colombia se sumará el miércoles y durante 19 días sus más de 48 millones de habitantes deberán confinarse por orden gubernamental.
A diferencia de la gran mayoría de las autoridades mundiales, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insiste en que la crisis del coronavirus tiene un componente de "histeria". En Brasil, la pandemia deja 25 muertos y 1.546 casos confirmados.
En México, la presidencia también ha restado importancia a la pandemia, mientras que, por el contrario, universidades y escuelas privadas cerraron sus puertas por iniciativa propia y varias empresas cancelaron eventos y enviaron a casa a sus empleados.