Una carretera libre y un peaje vacío. Ese era el panorama este Domingo de Pascua en el peaje Palín-Escuintla, una escena atípica donde las largas filas de vehículos son habituales en el último día de la Semana Santa, cuando miles de veraneantes buscan retornar a la ciudad tras el largo descanso.
Esta inusual postal se debe a las restricciones impuestas por el Gobierno de Guatemala ante la pandemia de coronavirus (COVID-19), pues playas, ríos y otros sitios turísticos, regularmente visitados por los guatemaltecos durante la Semana Mayor, fueron cerrados para evitar aglomeraciones en medio de la emergencia.
El pasado 2 de abril, el presidente Alejandro Giammattei anunció que todos estos puntos serían vigilados por las fuerzas de seguridad para prevenir la visita de veraneantes y así mitigar la propagación del virus.
“Esta Semana Santa usémosla para quedarnos en casa (…) Si nosotros nos guardamos y nos alejamos, el virus no va a tener con quién vivir y se muere el virus”, expresó el gobernante en dicha oportunidad.
No obstante, durante esta semana, la Policía Nacional Civil informó que prohibió el paso a decenas de vehículos que, ignorando las disposiciones gubernamentales, intentaban ingresar al Puerto San José con el objetivo de vacacionar.
Semana Santa en Casa
En comparación, para el Domingo de Resurrección del 2019, que cayó un 21 de abril, desde tempranas horas se observaron largas filas de vehículos intentando regresar a la ciudad.
En ese entonces, autoridades de SiVA informaron que esperaban el paso de más de 37 mil vehículos, un 61 % más que en un día normal.
También indicaron que un total de 112 personas trabajaron en el operativo de retorno, el cual finalizó un día después, el Lunes de Pascua.