Autoridades de Salud de Canadá y Estados Unidos alertaron sobre el peligro del uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina (empleadas para combatir el paludismo) para prevenir o tratar el coronavirus (COVID-19).
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"La cloroquina y la hidroxicloroquina pueden causar efectos secundarios graves. Estos medicamentos solo deben usarse bajo la supervisión de un médico", advirtió la Agencia de Salud Pública de Canadá en una actualización publicada el sábado en su sitio web.
El sábado, la Agencia de Alimentación y de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) había lanzado una advertencia similar respecto a estos medicamentos, cuyo uso había sido exaltado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
La FDA alertó que esos productos no pueden ser empleados "fuera de los hospitales o de las pruebas clínicas, en razón de los desajustes de ritmo cardíaco" que pueden generar.
Destacó, además, la inexistencia de pruebas de que ambos sean "seguros y eficaces para tratar o prevenir" la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Los dos están siendo sometidos a análisis clínicos y su empleo ha sido autorizado provisoriamente en pacientes hospitalizados como medida de emergencia durante la pandemia.
"Pueden ser mortales"
Por su parte, Health Canada destacó que estos medicamentos, aprobados para tratar la malaria y enfermedades autoinmunes como el lupus y la poliartritis reumatoidea, pueden "causar daños al hígado y los riñones, una baja de la tasa de azúcar en sangre y alteraciones del sistema nervioso, como mareos, desmayos o convulsiones".
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"En los casos más graves, los efectos sobre el ritmo cardíaco pueden ser mortales. Los niños son particularmente sensibles a estos medicamentos e incluso a dosis bajas pueden serles peligrosos", observa la agencia canadiense en su comunicado.
Es esencial, agrega, hay que disponer de "resultados que emanen de estudios amplios y bien concebidos para determinar si los beneficios de la cloroquina y la hidroxicloroquina son mayores que sus riesgos en el tratamiento de la COVID-19".
Por el momento, "los datos emanados de las pruebas clínicas son limitados, y los resultados no permiten demostrar de manera concluyente que algún medicamento preciso sea eficaz" contra la COVID-19.
*Con información de AFP