El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este jueves que por ahora no quiere hablar con su homólogo de China, Xi Jinping,y advirtió que podría cotar totalmente las relaciones con el país asiático.
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"Tengo una muy buena relación, pero es solo que ahora mismo no quiero hablar con él (Xi)", dijo Trump a la cadena Fox Business, asegurando que está "muy decepcionado" por el manejo de las autoridades chinas sobre la pandemia de coronavirus (COVID-19), surgida a finales del año pasado en la ciudad de Wuhan.
Consultado sobre si Estados Unidos podría tomar represalias, el mandatario declinó dar detalles, pero advirtió en tono amenazante:
"Hay muchas cosas que podríamos hacer. Podríamos hacer cosas. Podríamos cortar toda relación".
"Si lo hicieras, ¿qué podría pasar?", dijo Trump. "Ahorrarías 500 mil millones si cortas toda la relación", agregó.
Tensión Estados Unidos-China
La tensión entre Estados Unidos y China ha escalado en las últimas semanas debido a los intercambios de acusaciones sobre el origen de la pandemia del nuevo coronavirus, que ya ha provocado la muerte de casi 300 mil personas en todo el mundo.
Trump ha dicho que Pekín encubrió la verdadera escala del brote, lo que permitió la propagación del virus. El gobierno chino niega esa acusación, e insiste que transmitió toda la información disponible a la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo antes posible.
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El magnate estadounidense insistió en sus acusaciones durante la entrevista con Fox Business. "Todo vino de China y ellos deberían haberlo frenado", señaló.
"Es muy triste lo que ocurrió en el mundo y en nuestro país con todas esas muertes".
¿Hackeo?
La disputa entre ambos países siembra además interrogantes sobre el acuerdo comercial parcial alcanzado en enero, y que instauró una tregua en su guerra arancelaria.
A comienzos de semana, Trump descartó renegociar el acuerdo luego de informes de prensa que indicaron que China deseaba reabrir las tratativas.
El viernes, el principal negociador chino, Liu He, hablo por teléfono con sus pares estadounidenses y luego dijo que ambas partes acordaron implementar la primera fase del acuerdo.
Sin embargo, la guerra de palabras se cocina a fuego lento.
Funcionarios estadounidenses avivan el fuego al decir que hackers chinos intentan hacerse de datos sobre tratamientos y vacunas contra el coronavirus. Además, advirtieron que ese intento involucra a grupos y personas relacionadas con el gobierno chino.
El FBI y la agencia federal de seguridad cibernética dijeron que los esfuerzos de China implican una "significativa amenaza" a la respuesta de Estados Unidos al COVID-19, cuando docenas de empresas, institutos y gobiernos de todo el mundo están corriendo en busca de desarrollar una vacuna.
Pekín rechaza los señalamientos y considera que buscan ensuciar el juego en momentos en que negó la acusación estadounidense de que el coronavirus surgió en un laboratorio de Wuhan.
*Con información de AFP