Representantes de organizaciones dedicadas a servicios de marina, turismo y hotelería de Río Dulce, en el departamento de Izabal, solicitaron al Gobierno que se permita el ingreso de 160 embarcaciones a Guatemala.
Señalaron que debido a que las fronteras del país fueron cerradas por la pandemia del Covid-19, se ha generado un golpe en la economía del sector, pues hasta ahora son 26 embarcaciones las que han declinado su visita y se han dirigido a otros destinos.
La solicitud formal la hicieron el Cocode de 2do. nivel de fronteras Río Dulce, Livingston Izabal; Comité de Auto Gestión Turística de Río Dulce, y Asociación sin fines de lucro Ecorio, en representación de las marinas y hoteles del sector.
Su pronunciamiento se hizo por medio de una carta enviada al vicepresidente de la república, Guillermo Castillo, en la que resaltaron que reconocen que el trabajo del Ejecutivo para contener la enfermedad es “elogiable”.
Sin embargo, apelaron a su “buena fe y criterio”, pues aseguraron que el futuro económico del pueblo depende en gran manera del ingreso de estas embarcaciones.
Ante la posibilidad de que se autorice su ingreso, las organizaciones presentaron una propuesta de un plan de contingencia y seguridad para evitar riesgos por el Covid-19.
Barcos privados
Las embarcaciones a las que se refieren los solicitantes son de carácter privado y estarían ingresando al territorio guatemalteco para su resguardo por la llegada de la temporada de huracanes del Caribe.
Esto “debido a la privilegiada ubicación geográfica de Río Dulce, protegido por
enormes montañas que evita que los vientos huracanados lleguen hasta este bello lugar”, señalaron las organizaciones.
Resaltaron que además la disponibilidad de comercios y empresas dirigidas a la atención de los turistas extranjeros hacen ese destino como uno de los preferidos por cientos de veleristas.
Estas personas regresan cada año al país para resguardar sus embarcaciones y aprovechar a realizar trabajos de reparación a los mismos.
Por ello se generan oportunidades para obtener ingresos para quienes se dedican a temas de marina, hotelería y turismo, así como para taxistas, restaurantes y guías turísticos.
Los veleros llegan al país entre los meses de marzo y junio y permanecen en el territorio hasta entre octubre y enero.
Las 160 embarcaciones de las que se pide autorizar el acceso están actualmente ancladas entre Belice y Roatán, Honduras.
“Le solicitamos de la manera más atenta y al mismo tiempo desesperada, que se realicen las gestiones necesarias, a fin de obtener un permiso especial para que estos turistas puedan ingresar al país antes de la temporada de huracanes del Caribe”, cita la misiva enviada al vicepresidente.
Plan de seguridad
La propuesta de plan de contingencia y seguridad planteada por los delegados de Río Dulce consiste en:
- Ingreso de veleros una vez por semana, en grupos no mayores a 15, priorizando a los navegantes ancianos o que requieran medicamentos.
- Anclarlos en un área segura para que permanezcan en cuarentena bajo supervisión de autoridades del Ministerio de Salud.
- Los turistas han expresado la posibilidad de costear sus propias pruebas de Covid-19.
- Tras finalizar la cuarentena, trasladar los veleros a las Marinas u otro sector en donde sus tripulantes decidan permanecer el resto de la temporada.
- La llegada de un nuevo grupo se hará hasta que el anterior haya concluido el período de cuarentena.